El Pentágono ha anunciado que el sucesor de los actuales Air Force One, el avión que utiliza el presidente de los Estados Unidos, será el Boeing 747-8i. El organismo militar estadounidense exigía que fuese un cuatrimotor, con lo cual la elección estaba clara, al no ser el A380 un avión norteamericano.
Los aviones presidenciales son dos Boeing 747-200B, que entraron en servicio en 1990. La Fuerza Aérea de Estados Unidos deberá posteriormente licitar el equipamiento del avión y la instalación de los sistemas embarcados,
La previsión es que los dos aviones se entreguen en 2018, pero serán necesarios cinco años más para equiparlos y verificar el correcto funcionamiento de todos los sistemas. Con lo cual su entrada en servicio se prevé para 2013.
El actual Air Force One ofrece una superficie habitable de 370 metros cuadrados, mientras que el 747-8i dispondrá de 445 m2.