La aerolínea SAS, que lleva cinco años consecutivos teniendo pérdidas, ultima un duro plan de ajuste para escapar de la quiebra que comportará el despido de 6.000 empleados. La plantilla está formada en la actualidad por 15.000 personas. Además, los que conserven su puesto de trabajo verán reducido su salario un 12%. Estas condiciones ya han sido comunicadas a los sindicatos.
El plan se ha denominado 4Excellence Next Generation y pretende reducir los gastos y aumentar los ingresos. «SAS se enfrenta a cambios importantes y necesarios», dijo Rickard Gustafson, director general de SAS. Al referirse al plan de reestructuración afirmó que «nos permite establecer una plataforma completamente nueva para el futuro de SAS. Se trata de un plan integral que impone exigencias importantes en toda la organización, pero lo cual es necesario hacer frente a las condiciones que prevalecen en el mercado».
Además, se proyecta la venta de Wideroe, filial dedicada al handing y la centralización de la actividades en el aeropuerto de Estocolmo. El 50% de SAS es propiedad de los gobiernos de Suecia, Dinamarca y Noruega.
SAS, que pertenece a Star Alliance, tiene una flota de 138 aviones, lo cual la convierte en la octava de Europa.