El pasado 1 de mayo el demostrador X-51A voló durante 3 minutos y 30 segundos a la velocidad de 5,1 Mach. El avión cohete se desprendió de un bombardero estratrégico B.52H Stratofortress cuando se encontraba a una altura de 15.000 metros.
Con la ayuda del propulsor alcanzó 4,8 Mach de velocidad antes el ‘scramjet’ tomase el relevo, lo cual posibilitó que alcanzase los 5,1 Mach y se elevase hasta los 18 mil metros de altura. Acto seguido el X-51A cayó al mar como estaba previsto. El vuelo autónomo duró unos 6 minutos. Este ha sido el cuatro programa confiado por el Pentágono de Estados Unidos a Boeing Phantom Works.