Varios miles de personas se han desplazado ayer y hoy por la mañana al Aeropuerto para presenciar de cerca cuatro históricos aviones que han venido para participar en la Festa al Cel de Barcelona. Aproximadamente unas 8.000 personas han contemplado este fin de semana de cerca la siempre seductora silueta de un P-51 Mustang, la de un robusto Yakolvev-11 y la de un curioso T-6 Texan transmutado en un Mitsubishi Zero japonés de la Segunda Guerra Mundial.
Además, previo pago de un pequeña cantidad, que daba derecho a recibir un póster, varios cientos de personas han podido entrar dentro del impresionante hidroavión PBY Canso. Completaba la exposición de aeronaves el Polikarpov I-153 adscrito a la Fundació Parc Aeronàutic de Catalunya (PAC)- estacionado dentro del la escuela taller de la entidad- y el impertérrito F-4 Phantom de PAC.
La exposición de estas aeronaves se ha podido contemplar ambos días entre las 9 y 14 horas. Los accesos al aeropuerto de Sabadell han rozado el colapso y muchos vehículos se han debido estacionar fuera del recinto aeroportuario.
En la jornada han colaborado un grupo de voluntarios de PAC, que han atendido a los visitantes y han procurado que la exhibición estática se desarrollase con normalidad. Destacar que entre los visitantes había muchas familias con hijos, que seguramente han tenido su primer contacto con la aviación. Incluso los despegues y aterrizajes de aviones era seguido con atención.
Asimismo, desde la terraza del Aero Club Barcelona Sabadell se podían contemplar los Eurocopter Ec-120 Colibrí de la Patrulla Aspa.
Por lo que se refiere a la Festa al Cel, ayer la pudieron contemplar decenas de miles de personas, cifra que se supera hoy, cuando en estos momentos se desarrollan las exhibiciones tanto de aviones militares como civiles. La climatología casi veraniega se ha aliado una vez más con el festival barcelonés, contribuyendo al éxito de este evento aeronáutico ya totalmente arraigado entre los aficionados de la capital catalana y de las poblaciones del área metropolitana.
Texto, fotos y edición: José Fernández