Los recortes presupuestarios no solo han obligado a la Armada a dar de baja prematuramente al Príncipe de Asturias, el único portaviones de que disponía (que será suplido, en parte, por el buque de proyección estratégica Juan Carlos I, apto para el despegue y toma de aeronaves), sino también a la cuarta parte de su flota de aviones Harrier. / Esta noticia se puede leer en www.elpais.com.