Inesperado revés para la división aeronáutica de Bombardier. La compañía de leasing sueca Braathens Aviation, cliente de lanzamiento del nuevo avión CSeries, ha anunciado que renuncia a desempeñar esa función y que ha pedido a Bombadier acordar un plazo de entrega más dilatado en el tiempo.
La medida es inusual en la industria aeronáutica, pues es excepcional que el cliente de lanzamiento renuncie a ser el primer operador de un nuevo avión. El CSeries 100 se perfila como el competidor de los aviones más pequeños de Boeing y Airbus, pues tiene una capacidad máxima de 125 asientos.
Pero a finales del pasado mes de mayo, un motor Pratt & Whitney PW1500G de uno de los prototipos sufrió una importante avería cuando se realizaban pruebas en tierra, hecho que ha comportado que por ahora continuen suspendidos los vuelos de prueba. El programa del CSeries se completa con el CS 300, con capacidad para 160 pasajeros.
Cuando Bombardier lanzó el programa del nuevo avión tenía previsto entregar el primer CS 100 durante el segundo semestre de ese año. Pero a principios de 2014 anuncio que retrasaba las entregas un año, es decir, para el segundo semestre de 2015. Entonces, también aseguró que seis meses más tarde entregaría el primer CS 300. Después vino el fallo de motor que comentamos y que debería conducir a un nuevo retraso en certificación del avión y en las primeras entregas.
Bombardier cuenta por ahora con 203 pedidos de los CSeries. Braathens había encargado 10 aviones, además de la opción de compra de otros 10 aparatos más.
Según informa el Walt Street Journal, un portavoz de Bombardier dijo que Braathens Aviation no es formalmente el cliente de lanzamiento ya que en ningún momento se ha firmado un contrato especificando esta función. También, minimizó la decisión de la compañía sueca, al indicar que «varias aerolíneas están interesadas en convertirse en el primer operador».