ATR tuvo en 2014 un año récord en ventas, entregas, volumen de negocio y aviones pendientes de fabricar

Presentación ayer de los resultados de ATR en rueda de prensa / Foto: @ATRaircraft
Presentación ayer de los resultados de ATR en rueda de prensa / Foto: @ATRaircraft

El fabricante de aviones turbohélice ATR ha tenido un 2014 pleno de éxitos y buenos negocios, superando varias de sus marcas. Ha sido, en definitiva, el mejor año de su historia.

Consiguió 160 pedidos en firme y 120 opciones de compra (157 ventas y 79 opciones en 2011), el volumen de negocio ascendió a 1.800 millones de dólares (1.630 millones en 2013) y entregó 83 aviones (74 en 2013). Además, ATR tiene pendiente de fabricar la cifra récord de 280 aviones, valorados en 6.800 millones de dólares.

Les 160 ventas firmes y las 120 opciones representan casi la mitad del total de ventas de aviones regionales de menos de 90 asientos. En el segmento de los turbohélices, las ventas representan el 80% del total de pedidos realizados en 2014.

Foto: ATR
Foto: ATR

Por lo que se refiere al récord de 83 entregas, representa un 60% más que las realizadas en 2011, cuando entregaron 51 aparatos. También evidencia la consolidación del aumento de la producción, que continuará en 2015 y que debería permitir en 2016 superar los 100 aviones entregados.

Desde 1981, año en que comenzó el programa ATR, el fabricante ha entregado 1.190 aviones (436 ATR 42 y 754 ATR 72). En el apartado de los pedidos el modelo ATR 72 ha llegado a los 1.000 ejemplares.

Innovaciones tecnológicas

En el capítulo de las innovaciones tecnológicas de los ATR -600, los aviones se pueden equipar con el motor PW127N que se certificó y que permite un aumento suplementario del 4,5% de la potencia al despegue, incrementando así las prestaciones en altitud y climas calurosos.

1er fuselage au poste 25 Sud, FAL A Saint-Martin
Foto: ATR

Además, nuevas funcionalidades han sido desarrolladas en la aviónica (LPV, VNAV y RPN 0.3), permitiendo seguir trayectorias de aproximación más precisas y seguras, gracias a la navegación por satélites, sin necesitar de medios de navegación en tierra, reduciendo así la carga de trabajo de los pilotos.

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