Las secciones sindicales en AENA de UGT, CCOO y USO anunciaron el viernes, 4 de marzo, la convocatoria de ámbito estatal a partir de Semana Santa, incluyendo estas fechas festivas, de huelga contra la privatización de AENA en todos los centros de la red del gestor aeroportuario. El paro se anuncia para el jueves 21 de abril, día de inicio de Semana Santa.
La convocatoria de huelga será presentada ante la Dirección General de Trabajo mañana martes, cuando se darán más detalles de esta convocatoria, según CCOO que considera la huelga una necesidad ante la falta de respuestas por parte de Fomento. «Ellos están dando a la prensa una imagen de negociación, pero nosotros no obtenemos respuestas en los asuntos esenciales y fundamentales. A ver si con el comité de huelga sí que negocian».
Este sindicato asegura que no han vuelto a sentarse en la mesa de negociación con el Ministerio de Fomento y que en estos momentos están elaborando el calendario de los paros. «El señor ministro dice que está negociando, pero la negociación está rota», aseguró el portavoz del sindicato, aludiendo a las declaraciones realizadas por parte de José Blanco el pasado lunes.
Blanco se mostró entonces confiado en cerrar un acuerdo con los sindicatos antes de Semana Santa, después de que miles de trabajadores de la empresa pública salieran el sábado a la calle en contra de la privatización del 49% del ente y amenazaran con convocar paros a partir de Semana Santa y en verano si el Gobierno no rectifica.
Pese a que AENA y los sindicatos CCOO, UGT y USO han firmado un primer acuerdo para extender el convenio actual a todo el grupo, los representantes sindicales dieron por rotas las negociaciones el pasado 18 de febrero, al entender que no era garantía suficiente y ver que no se avanzaba a la hora de detallar cómo se van a plasmar los derechos de los trabajadores que pasen a las empresas concesionarias que se ocupen de la gestión de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat.
Los trabajadores temen que a estos dos aeropuertos les sigan el de Palma de Mallorca y el de Málaga. «Los ingresos de los aeropuertos rentables se los repartirán las empresas privadas y la ciudadanía tendrá que pagar con sus impuestos los aeropuertos deficitarios», advirtieron los representantes sindicales.