Inaer, propiedad del grupo Babcock International, se ve nuevamente envuelta en la polémica al aplicar a sus técnicos de mantenimiento de aeronaves (TMA) un sistema de guardias localizadas, el cual podría tener consecuencias negativas a corto y medio plazo para la viabilidad de los contratos que tiene con la administración, según informa en un comunicado el Sindicato Libre del Transporte Aéreo (SLTA).
Estos hechos suceden en distintas operaciones como helicópteros medicalizados (HEMS) o Incendios forestales, y a lo largo de la mayoría de bases operativas que esta empresa tiene diseminadas por la geografía española: Canarias, Galicia, Castilla León o Castilla la Mancha son algunas de las comunidades afectadas.
La guardia localizada significa que, el TMA no debe de estar presencialmente en la base durante la totalidad de las 12 horas de guardia, pudiendo estar parte de ella en su casa u hotel, a una distancia prudencial por si es necesario su regreso a base.
El motivo no es otro que, una vez más, el puramente económico, pues de este modo se puede programar al personal de mantenimiento un número mayor de días, sin que éstos rebasen las 2000 horas de actividad máxima que se tiene por convenio, pudiendo así la mercantil contar con una plantilla más reducida y minimizar el gasto.
El problema surge cuando, este tipo de guardias no presenciales, se aplican aún yendo expresamente en contra de los pliegos de condiciones que las distintas administraciones autonómicas han establecido y contratado con Inaer, los cuales especifican claramente que el mecánico debe permanecer en base durante la totalidad de la guardia.
Las condiciones establecidas en los distintos pliegos son similares en todas las comunidades, a modo de ejemplo, el pliego de prescripciones técnicas del contrato de Incendios en Castilla la Mancha, se establece claramente como presencial, según lo expresa el punto 7.2:
“Durante la jornada de trabajo, el piloto y el personal de mantenimiento deberán encontrarse en la base».
Pues bien, a pesar de ello la realidad es bien distinta, y es que, por orden directa de la empresa, en la práctica totalidad de las bases de Incendios y HEMS, tanto de Castilla La Mancha como de otras comunidades, la guardia de los TMA’s es localizada, sumando al computo laboral únicamente 8 horas por jornada de los mecánicos de servicio, muchos de los cuales, ni siquiera conocen este dato.
Las consecuencias
Como es lógico, estos incumplimientos del pliego tienen consecuencias muy negativas con los clientes, que comprueban que pagan por un servicio que no se está cumpliendo, sintiéndose por tanto engañados.
Clientes tan importantes como el MAGRAMA, del que dependen entre otras las bases BRIF, han expresado su más absoluta disconformidad al respecto, ya que debido a la ausencia del mecánico, el operativo puede ver mermado su efectividad al no contar con éste para el arranque de los helicópteros tal y como exige el pliego.
Además, la imagen de la empresa se ve seriamente dañada al establecer tácticas low cost y encima a espaldas de sus clientes, los cuales recordemos, son en su mayoría organismos públicos pagados con el dinero de todos los contribuyentes.
Por otra parte los trabajadores observan, totalmente atónitos y seriamente preocupados por sus puestos de trabajo, todas estas maniobras empresariales, más propias de quienes pretenden terminar de exprimir “la gallina”, que de quienes pretenden consolidar la viabilidad de una empresa “líder” a medio y largo plazo.
Cuesta mucho creer que un gigante empresarial, con un bagaje y nombre como Babcock International, esté al tanto de todas estas tretas, más propias de un mercadillo que del mayor operador de helicópteros español.
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