Indra desplegará sistemas de ayuda a la navegación en 20 aeropuertos de China

Indra ya ha instalado en China más de 200 DVOR
Indra ya ha instalado en China más de 200 DVOR

Indra se ha adjudicado en el último año contratos para desplegar más de 60 sistemas de ayuda a la navegación en una veintena de aeropuertos de China por un importe aproximado de catálogo de 20 millones de dólares.

La compañía está implantando estos sistemas en aeropuertos de todo el país, entre los que destaca el de Shanghái-Pudong, uno de los tres más importantes.

La nueva remesa de contratos ganados en 2015 se suma a los que Indra ha ido adjudicándose en los últimos años. En este sentido, Indra ha desplegado ya por todo el país más de 200 DVOR, sistemas que emiten una señal que permite a los aviones determinar su rumbo; 300 sistemas ILS, que apoyan el aterrizaje instrumental de las aeronaves; y más de 200 sistemas DME de medición de distancia a la cabecera de la pista que complementan a los ILS.

El despliegue de estas soluciones pone de relieve la posición de líder que Indra ha ganado en los últimos años como suministrador de esta tecnología. Para lograrlo, ha contado con el apoyo de los equipos de Indra Navia en Noruega y de Indra en Australia, pioneros en el desarrollo de estas soluciones.

La compañía ha completado y reforzado además su cartera de productos, que cubre todas las fases de vuelo, abarcando: sistemas de gestión automatizada de tráfico aéreo, comunicaciones, vigilancia radar y ahora también ayudas a la navegación. Este último ámbito es además uno de los que presenta una tasa de crecimiento más elevada para los próximos años.

A estos contratos, hay que sumar los que la compañía anunció en marzo que había ganado para implantar cinco radares que reforzarán el control del espacio aéreo en Shanghái y la zona centro-sur de China y Yinchuan por unos 10 millones de euros.

Geográficamente, todos estos proyectos refuerzan la sólida posición de Indra en China, uno de los mercados más competitivos del mundo, en el que opera desde hace más de 25 años. La multinacional cuenta allí con un equipo local altamente cualificado de 80 ingenieros especializados en sistemas de gestión de tráfico aéreo, en su mayoría provenientes de las universidades de Beijing y Tianjín.

Este equipo ha llevado adelante, con el apoyo de la compañía en España, proyectos de gran envergadura, como el despliegue por todo el país de una red de más de 20 radares que cubre en la actualidad la vigilancia de más del 60% de su espacio aéreo.

El contrato, ganado en 2009, contempló la implantación de radares secundarios modo S, la tecnología más avanzada y que ofrece la mayor precisión en la detección e identificación de aeronaves, lo que mejora la gestión en rutas de tráfico denso y zonas próximas a aeropuertos.

Chengdu y Xian, referentes tecnológicos

Indra también se ha responsabilizado de la implantación de los sistemas de gestión automatizada de tráfico aéreo de los centros de control de Chengdu y Xian, dos de los principales del país. Esta tecnología gestiona actualmente el tráfico del espacio aéreo superior de ocho provincias chinas, que suman unos 4,2 millones de km2 o más de 8 veces el tamaño de España. Solo el centro de Chengdu cuenta con más de 400 controladores aéreos, lo que lo convierte en uno de los mayores centros del mundo.

En la actualidad, Indra trabaja en la ampliación del centro de control de Xian y lo prepara para que incremente aún más su capacidad y asuma la gestión de un espacio aéreo más amplio.

Todos estos proyectos ponen de relieve la relación de confianza que Indra mantiene con Air Traffic Management Bureau (ATMB). Esta entidad, dividida en siete organismos, responsables de los distintos sectores en que se divide la gestión del tráfico aéreo en China, depende a su vez de la Autoridad de Aviación Civil China (CAAC).

Indra viene trabajando con la ATMB desde que en 2007 se hiciese con uno de sus primeros contratos de ATM en el país, el de la implantación de los sistemas de gestión de tráfico aéreo del Centro de Control de Ürümqi, al que también dotó con uno de sus radares de vigilancia y posteriormente con un simulador de gestión de tráfico aéreo.

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