Francia regula la práctica de los vuelos privados en los que se comparten los gastos

Dos aviones privados franceses, en el Aeropuerto de Sabadell en 2014 / AeroTendencias.com
Dos aviones privados franceses, en el Aeropuerto de Sabadell en 2014 / AeroTendencias.com

Hoy entra en vigor en Francia una normativa que regula la práctica de la aviación privada compartida (‘coavionnage‘ en francés), en lo que se refiere a los gastos del vuelo. Esta normativa es, hoy por hoy, una excepción en el marco europeo, pero podría extenderse al resto de países en un par de años.

Desde hace algún tiempo en Francia se ha venido debatiendo y analizando si había o no qué regular la práctica de la aviación compartida, especialmente al haberse creado en internet plataformas que facilitan el contacto entre pilotos y usuarios para compartir los gastos de un viaje en avión privado.

El pasado mes de marzo la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) se pronunció sobre esta asunto a petición de diversos aeródromos franceses. Según publicó entonces la web francesa Aerobuzz, «Patrick Ky, director ejecutivo de EASA, explicó que si la reglamentación Air OPS N0965/2012 no hace explícitamente referencia explícita al coavionnage, no está prohibido».

En otro párrafo se indica que compartir los gastos del vuelo es legal si el costo se asume entre el piloto y los ocupantes, siempre y cuando no se superen los seis individuos (artículo 6 de la citada normativa de EASA).

La postura del máximo responsable de EASA es que compartir los gastos de un vuelo debe inscribirse en el marco de la aviación recreativa, deportiva o lúdica.

Debate sobre el ‘coavionnage’ publicado en YouTube el 25-6-2016

Por otra parte, el temor de los responsables de los aeródromos franceses que habían formulado la consulta a la EASA se debió a que la DGAC francesa pretendía exigir a estas instalaciones que tuvieses un «certificado de transporte aéreo».

Pues bien, en la normativa que hoy entra en vigor en Francia no se les exige ese certificado, pero sí se imponen a los pilotos privados una serie de limitaciones que han decepcionado a los fundadores del portal www.wingly.io, que al parecer lidera en internet los contactos para compartir el avión privado.

«Consigna operacional con efecto inmediato»

La DGAC destaca que en Francia «la aviación ligera está más desarrollada que la mayor parte de países europeos». Y subraya que «a fin de hacer de la seguridad una prioridad (…) ha decidido reforzar el dispositivo reglamentario europeo (…) bajo la fórmula de una consigna operacional con efecto inmediato». Y distingue dos tipos de vuelos: los bautizos del aire o vuelos «circulares» y los vuelos de navegación.

Para los primeros, si no superan los 30 minutos de duración y el avión no se aleja más de 40 km. del punto de partida, el vuelo compartido lo puede llevar a cabo un piloto privado si tiene al menos 200 horas de vuelo desde que obtuvo la licencia y ha volado al menos 25 horas durante los últimos 12 meses.

Para el resto de vuelos, se exige que si el piloto no es profesional, que tenga la habilitación de vuelo instrumental, o bien, la de instructor de vuelo.

La DGAC informa que en Francia hay 25.500 personas que tienen la licencia de piloto privado y otras 12.300 que son pilotos profesionales. Y considera que aproximadamente unos 14.000 pilotos pueden compartir los gastos del vuelo de navegación. Es decir, la normativa sirve para todos los pilotos profesionales y solo 1.700 del grupo de pilotos privados.

Suministro de combustible en el Aeropuerto de Sabadell
Suministro de combustible en el Aeropuerto de Sabadell

Aerobuzz, en una interesante información publicada el pasado martes, considera que esta imposición impide a más del 90% de pilotos privados franceses practicar el coavionnage. Del mismo parecer son los responsables de Wingly ya que han manifestado que la gestión de vuelos que harán en Francia será a partir de ahora simbólica en comparación con los que gestionan en el Reino Unido y Alemania, países en los que también opera la web y en los que no hay por ahora restricciones.

La DGAC admite que el vuelo de navegación compartido queda reservado a los pilotos profesionales y los «privados experimentados, aptos para gestionar situaciones degradadas en la planificación y la realización del vuelo. Estas garantías de experiencia y de calificación del piloto, más proporcionadas que los requisitos del transporte público, protegen tanto a pasajeros como pilotos».

La citada web francesa informa que EASA enviará dentro de un mes un dictamen a la Comisión Europea, informando de la posición adoptada por Francia. Se prevé entonces se abrirá un debate técnico – político sobre esta cuestión, que previsiblemente durará entre 18 y 24 meses y que dará lugar a una primera reglamentación europea sobre el vuelo compartido.

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