El Consejo de Ministros celebrdo el pasado viernes en Madrid aprobó el Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA), que fija las condiciones que deberán cumplir los aeropuertos de AENA en el período 2017-2021.
La aprobación marca un hito dentro del nuevo modelo de gestión aeroportuaria establecido en la Ley de aprobación de medidas urgentes para el crecimiento, la competitividad y la eficiencia, del 15 de octubre de 2014, pues es el instrumento mediante el cual el Gobierno garantiza, por razones de interés general, la accesibilidad, suficiencia, y calidad de los aeropuertos de AENA.
Con su aprobación, el Gobierno establece una bajada de las tarifas de AENA del 2,2% anual durante los próximos cinco años, con lo cual en el acumulado de los cinco años será de casi un 11%. Esta bajada comenzará a aplicarse a partir del próximo 1 de marzo.
El Documento de Regulación Aeroportuaria aprobado hoy por el Consejo de Ministros cuenta con un amplio consenso institucional y establece un marco predecible y confiable, que garantiza la competitividad y la estabilidad del modelo aeroportuario para los próximos años.
Otra dato relevantes es que durante los próximos cinco años del DARA, AENA invertirá un total de 2.646 millones de euros, de los que 2.185 corresponden a inversiones ‘reguladas’, es decir, vinculadas a actividades aeronáuticas. Estas inversiones mejorarán la competitividad de los aeropuertos españoles, haciéndolos más atractivos internacionalmente.
Están proyectadas inversiones en terminales como en el aeropuerto de El Prat, Palma de Mallorca, Bilbao, Tenerife Sur, Reus o Almería, además de obras de mejora en plataformas como en los aeropuertos de Ibiza o Adolfo Suárez Madrid Barajas, y en las áreas de carga como en el aeropuerto de Zaragoza.
Mejora de la calidad del servicio
Una de las principales líneas estratégicas del modelo de gestión aeroportuaria que define el documento es la decidida apuesta por la mejora de la calidad de los servicios aeroportuarios en aspectos tales como la disponibilidad de equipos, los tiempos de espera, la orientación del pasajero en su tránsito por el aeropuerto o la limpieza.
En concreto, el documento exigirá que los tránsitos en los filtros de seguridad sean equiparables a los de los aeropuertos más importantes de nuestro entorno e incluso mejores.
En segundo lugar, también será objeto de control el tiempo máximo para la entrega de maletas, para que éstas estén a disposición del pasajero lo antes posible, teniendo en cuenta las singularidades de cada aeropuerto.
En tercer lugar, en relación con lo que los técnicos denominan “equipos”, es decir, las escaleras, ascensores o las cintas de recogidas de equipajes, se exigirá que tengan una disponibilidad del 99% para reducir a lo mínimo inevitable las posibles incidencias.
Asimismo, se medirá la experiencia del usuario, fundamentalmente a través de encuestas realizadas a los pasajeros. Éstas se realizan de acuerdo a la metodología de ACI (Airports Council International), la agrupación que engloba a la mayoría de los aeropuertos internacionales, y catalogan a los aeropuertos en un ranking de 1 (malo) a 5 (excelente). Los indicadores miden la satisfacción en cuanto a limpieza, comodidad, orientación y atención a personas con movilidad reducida:
Y en quinto lugar, el tiempo de respuesta orientativo ante reclamaciones del operador aeroportuario será de 5 días.
Junto a ello, el documento contempla mecanismos para asegurar e incentivar la mejora de la calidad, a través de bonificaciones por cumplimiento de objetivos, y también penalizaciones por su incumplimiento, que igualmente serán de aplicación por el retraso en la realización de inversiones estratégicas.