La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) ha publicado el informe del siniestro que se produjo el 24 de abril de 2016, cuando un avión Fairchild SA-226-AT, matrícula EC-GFK, de la compañia Flightline, aterrizó en el aeropuerto de Girona con el tren de aterrizaje plegado. Los dos ocupantes, que realizaban un vuelo de instrucción, resultaron ilesos.
Según el informe, después de hacer cuatro aterrizajes y despegues, la tripulación realizó una quinta toma, pero en esta ocasión el tren de aterrizaje no se desplegó, lo cual provocó que el fuselaje del avión se arrastrase por la pista, sufriendo importanes daños.
Según la CIAIAC, la causa del siniestro se debió a «que no se llegó a actuar por parte de la tripulación sobre la palanca que sirve para desplegar el tren de aterrizaje. Se identifica como factor contribuyente la inadecuada presentación, en los manuales de operación del operador, de las tareas de vuelo que corresponden a cada tripulante, y el momento en que esas tareas deben ser realizadas».
el que causó el accidente fue que no se llegó a actuar por parte de la tripulación, puesto que no se activó la palanca que permite desplegar el tren de aterrizaje.
Ante todo esto, después de investigar, los responsables de Aviación Civil destacan en el informe, que una de las cosas que podrían haber hecho que no se activara el tren de aterrizaje sería una «inadecuada presentación, en los manuales de operación del operador, de las tareas de quiere que corresponden hacer a cada tripulante y en el momento que las tareas se tienen que hacer».
Por este motivo, en el informe se efectúan dos recomendaciones a fin de que los responsablen de la compañía subsanen las deficiencias detectadas en los manuales.