Cuatro de los cinco miembros de una familia residente en la población vallisoletana de Laguna de Duero fallecieron el pasado lunes al precipitarse en un lago del estado de Florida (condado de Osceola; EEUU) la avioneta Cessna 172 en la que realizaban un vuelo recreativo.
En el avión viajaban Carmen Herrera y sus tres hijos. Uno de ellos, Manuel Martínez, el primogénito y de 19 años, pilotaba el aparato, pues estaba en EEUU realizando el curso de piloto desde el pasado mes de junio. Sus dos hermanos de 18 y 16 años, y su madre, de 55, se desplazaron a Florida para conocer Disneylandia y visitarle aprovechando el puente de la Inmaculada.
Los servicios de emergencias, entre los que figuran equipos de buceo, dedican importantes esfuerzos y tiempo al rescate de los cuerpos del interior del aparato, que se localizó sumergido en el fondo del lago. El padre de familia se había quedado en su lugar de residencia y se ha trasladado a EEUU.
El siniestro se produjo la mañana del lunes, hora local, poco después de producirse el despegue del avión monomotor, que se dirigía a Fort Lauderdale. El martes se localizaron lo restos de avión. La zona en la que se ha poducido el accidente está cerca de una reserva natural boscosa de 12.000 hectáreas, con lo cual su acceso es difícil. Texto y Edición: José Fernández
