Un antigua avioneta resultó destruida en Sevilla cuando se intentaba ponerla en vuelo

Cessna 188, similar al avión siniestrado / Wikipedia

Una antigua avioneta, modelo Cessna T-188 C AG Husky, resultó destruida en las inmediaciones de la pista eventual El Reboso, en la población sevillana de Puebla del Río, el pasado 13 de mayo, cuando iniciaba un primer vuelo de prueba después de estar inactiva un «periodo largo» de tiempo, según la reseña que ha publicado la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC).

El aparato, que se fabricó en 1980 y que pertenecía a la empresa SAASA, resultó destruido en el siniestro. El piloto, que iniciaba su actividad con la empresa operadora de trabajas aéreos, resultó ileso.

Según, la reseña de CIAIAC, «el sábado 13 de mayo a las 13:00 horas el piloto, en coordinación con el jefe de mantenimiento, tomó la aeronave, cuya matrícula es EC-ENC, para hacer un vuelo de prueba en vacío. El piloto revisó el avión, después de haber sido también chequeado por los mecánicos, arrancó y calentó el motor y luego realizó la prueba de motor en la plataforma norte al lado del hangar».

«Durante el calentamiento del motor apareció una luz roja intermitente asociada al tacómetro digital y rotulado con una L, el piloto llamó al mecánico, probaron con un incremento de revoluciones en el ralentí del motor y desapareció el aviso. La prueba de motor a continuación fue satisfactoria y el piloto despegó hacia el sur con viento calma».

«En el ascenso inicial y aproximadamente a 150 pies del suelo el piloto notó una fuerte disminución de potencia del motor. Bajó el morro para mantener la velocidad, comprobó la posición de las palancas de motor y eligió un terreno para el aterrizaje de emergencia en prolongación de la pista, una tabla sembrada de arroz y encharcada».

«a aeronave llegó al suelo con el plano derecho caído, recorrió poca distancia, entre 20 y 30 metros, y se detuvo girada ligeramente a la derecha del rumbo de aterrizaje inicial».

«El piloto notó la presencia de fuego y llamas por el lado derecho de la cabina en cuanto se detuvo, logró abandonar el avión por su izquierda y tras cuatro o cinco pasos miró hacia atrás y vio la aeronave envuelta en llamas. Un testigo que se encontraba en un lugar cercano al de aterrizaje afirmó que no vio fuego en la aeronave antes del impacto contra el terreno».

«El piloto resultó ileso aunque con algunas contusiones en la mano derecha y la espalda. La aeronave sufrió daños muy importantes por el impacto y el fuego posterior».

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