El avión E-26 Tamiz ha completado la cifra redonda de 100.000 horas de vuelo en la Academia General del Aire (AGA). Los encargados de realizar el vuelo fueron el capitán instructor Antonio López y el alférez alumno Fernando Gonzalo Ruiz Risueño Simón, componente de la 71 promoción del Cuerpo General del Ejército del Aire.
Consolidado como un avión de instrucción militar, el E-26 Tamiz es heredero del modelo chileno T-35 Pillán, fabricado por la empresa ENAER. En concreto, el modelo T-35C corresponde a la última versión que fabricó, siguiendo las solicitudes del Ejército del Aire, la empresa española Construcciones Aeronáuticas S.A. (CASA, hoy Airbus Military) bajo licencia del diseñador y fabricante.
Este avión, que se utiliza en la escuela de vuelo elemental de la AGA, es un avión de instrucción primaria, convencional, con asientos en tándem, excelente aparato de entrenamiento, con características totalmente acrobáticas, que le permiten gran maniobrabilidad. Además de esto, el E-26 Tamiz destaca por su resistencia y fiabilidad para la enseñanza, unido a un bajo coste en mantenimiento y combustible.
Este hito de 100.000 horas del E-26 Tamiz se une al reciente de las 250.000 horas de vuelo en el otro avión que actualmente opera en la Academia General del Aire, el C-101.