La prioridad clave en el futuro de Norwegian es volver a la rentabilidad a través de una serie de medidas, que incluyen un extenso programa de reducción de costes, una cartera optimizada de rutas, y la venta de aviones. Estamos ante un fuerte correctivo ya que la compañía tuvo pérdidas valoradas en 150millones de euros en 2018.
En un comunicado la aerolínea recuerda que una de las medidas recientemente adoptadas consiste en fortalecer su balance a través de una ampliación de capital de 309,60 millones de euros.
Durante 2018, la compañía se vio afectada por varios desafíos imprevistos. La incesante y dura competencia y los altos precios del combustible de avión afectaron los resultados, además de los costes significativos relacionados con los problemas en los motores Rolls Royce de los Dreamliners. Norwegian se vio obligada a arrendar aviones con tripulaciones para evitar retrasos y cancelaciones en vuelos intercontinentales.
Norwegian ha llegado a un acuerdo con el fabricante de los motores, que tendrá un efecto positivo en 2019. La operación del Dreamliner funciona ahora sin contratiempos, y no prevemos que los problemas en los motores vayan a afectar al servicio en el futuro. A partir de 2019, el crecimiento y las inversiones de Norwegian disminuirán considerablemente, y se ha emprendido una serie de iniciativas para volver a la rentabilidad durante este año.
Los ingresos totales de la compañía fueron 4.128 millones de euros, un aumento del 30% en comparación con 2017. Un total de 25 aviones nuevos fueron añadidos a la flota, lo que contribuyó a un crecimiento de la producción del 37%. La ocupación media fue de 85,8%, y más de 37 millones de pasajeros optaron por viajar con Norwegian, un aumento de 13% en comparación con el año anterior.
Pero la anunciada reducción de rutas y bases ya ha soliviantado a los sindicatos sindicato SEPLA y USO. El primero amenaza con paros si no se se dan suficientes explicaciones, tal y como informamos ayer. Frente a este malestar de la plantilla o una parte de ella, los responsables de Norwegian han respondido con un comunicado en el que indican:
1.- Norwegian es de la opinión que los avisos de paros, y la correspondiente ruptura del diálogo por parte de SEPLA y USO, representan un hecho desafortunado que tiene lugar en un momento especialmente sensible para compañía, precisamente en el mismo día en que ésta anuncia una pérdida neta de 150 millones de euros; ello indicaría un escaso sentido de apego a la realidad por parte de los representantes sindicales.
2.- Dado el contexto citado, la ruptura del diálogo por parte de dichos sindicatos no beneficia a ninguno de los casi 2.400 empleados de la compañía en España, incluyendo a aquellos tripulantes que, con tanta vehemencia, SEPLA y USO dicen defender.
3.- Norwegian recuerda que cumple la legislación española. Es la única low-cost extranjera con convenios colectivos en vigor en España, tanto para el colectivo de pilotos como para el de tripulantes de cabina de pasajeros (TCP). Dichos convenios fueron rubricados, precisamente, por el SEPLA en el caso de los pilotos y por USO, en el de los TCP.
4.- Ambos convenios (el de pilotos y el de TCP) establecen una serie de pasos específicos que deben realizarse de cara a procedimientos colectivos; dichos pasos están regidos por dos principios fundamentales: la voluntariedad y la antigüedad. Norwegian no hace sino respetar ambos principios, en estricta aplicación de lo consagrado en ambos convenios —que, debemos recordarlo de nuevo, fueron rubricados por SEPLA y USO.
5.- Hasta el momento, Norwegian ha ejecutado dichos pasos en tiempo y forma, y de acuerdo con lo estipulado en los convenios.
6.- Norwegian está plenamente comprometida con la ejecución de su estrategia de retorno a la rentabilidad, la cual incluye –entre una larga lista de otras muchas medidas– la optimización de su red de rutas y bases operativas.