Durante el mes de abril, la compañía ha completado la reconfiguración de su último avión Boeing 777-200LR. Emirates ha invertido 150 millones de dólares estadounidenses para convertir los 10 aviones Boeing 777-200LR en su flota de tres a dos clases con asientos más amplios en Business Class en un formato 2-2-2 y una cabina de Economy Class completamente renovada.
La reconfiguración de los 10 aviones se efectuó integralmente en las innovadoras instalaciones de Emirates Engineering en Dubái. El equipo de ingeniería dedicó más de 160 000 horas al proyecto, trabajando con más de 30 proveedores y manejando más de 2700 piezas de recambio. De promedio, el equipo tardó aproximadamente 35 días en desmontar y reconfigurar completamente un solo avión.
El primer Boeing 777-200LR con la nueva configuración entró en servicio comercial en marzo de 2018 y, en el transcurso de los siguientes 12 meses, Emirates completó la transformación de los nueve aviones restantes de la flota. El proyecto se ha completado casi tres meses antes de lo previsto.
Los clientes pueden volar en el renovado Boeing 777-200LR de Emirates desde varios destinos de su red global de rutas, incluyendo, por ejemplo, Fort Lauderdale, Santiago de Chile, Sao Paulo o Adelaida.
Retirando los últimos dos Boeing 777-300 clásicos
En línea con su ambicioso programa de renovación de flota, Emirates se encuentra, asimismo, en el proceso de retirar los dos últimos aviones clásicos Boeing 777-300 de su flota. El A6-EMV, entregado en febrero de 2003, se ha retirado de la flota de Emirates y el A6-EMX, entregado en junio de 2003, será también pronto excluido del servicio comercial.
Con la sustitución del clásico Boeing 777-300, la flota Boeing de Emirates estará compuesta por aviones Boeing 777-300ER y los recién renovados Boeing 777-200LR.
El programa de renovación de la flota de Emirates para 2019 incluye retirar un total de siete aviones Boeing 777 más antiguos y recibir seis nuevos Airbus A380. Emirates opera una de las flotas de aeronaves más jóvenes del sector, lo que permite a los clientes de la aerolínea disfrutar de una experiencia premium durante su vuelo. Operar una flota de aviones más jóvenes también se deriva en una mayor eficiencia en la gestión del combustible y en otros beneficios ambientales.
