Coincidiendo con el 50 aniversario de la exitosa misión del Apollo XI y la llegada del hombre a la Luna la industria aeroespacial estadounidense vuelve a redoblar esfuerzos para enviar de nuevo seres humanos a la Luna, objetivo que se espera alcanzar en 2024 cuando culmine el programa Artemis.
Desde hace tiempo se trabaja en volver a enviar un hombre y una mujer a la Luna y la prueba más evidente son los avances en la construcción de la cápsula de la nave espacial Orion. Según informó ayer Lockheed Martin, la cápsula de la misión Artemis 1 se ha ensamblado al módulo de servicio de Orion, cuya construcción también ha finalizado. Artemis 1 es una misión no tripulada ya que servirá para validar las tecnologías del nuevo programa espacial.
Para realzar este hito, el vicepresidente de EEUU Mike Pence visitó las instalaciones de Lockheed Martin y pronunció un discurso. También hubo parlamentos del presidente de Lockheed Martin, Marillyn Hewson, y del administrador de la NASA, Jim Bridenstine, y de otras autoridades.
«Orion es una nueva clase de nave espacial, diseñada exclusivamente para vuelos espaciales de larga duración, que devolverá a los astronautas a la Luna y, finalmente, llevará a los primeros humanos a Marte, y los devolverá a todos a salvo». dijo Lisa Callahan, vicepresidenta y gerente general de Commercial Civil Space de Lockheed Martin. «Orion acelerará el descubrimiento científico de nuestro sistema solar y será la piedra angular de la definición del logro espacial de esta era».
Desde que el módulo de tripulación llegó a Florida, los técnicos e ingenieros de Lockheed Martin, la NASA y los contratistas de apoyo han ensamblado meticulosamente la cápsula al módulo de servicio. El trabajo incluyó la instalación de las computadoras de la cápsula, los arneses, el sistema de propulsión y sus 12 motores, 11 paracaídas, además del escudo térmico de más de cuatro metros de diámetro, la cubierta delantera y muchos otros sistemas y componentes.
«A lo largo del ensamblaje, el equipo probó y validó los muchos sistemas de cien maneras diferentes para garantizar que funcionarán según lo diseñado en la dureza del espacio profundo», dijo Mike Hawes, gerente de programas de Orion para Lockheed Martin. «El vuelo de Artemis 1 probará el diseño y la fabricación de la cápsula y su módulo de servicio durante las tres semanas de misión alrededor de la Luna y de regreso. Estamos entusiasmados con esta misión, ya que allana el camino para la primera misión tripulada en 2022, Artemisa 2»
El módulo de la tripulación y el módulo de servicio se apilaron a principios de la semana en la celda de Ensamblaje Final y Pruebas del Sistema (FAST) donde ahora están totalmente integrados, incluida la conexión de los pernos de retención física y las líneas umbilicales entre los dos módulos. La celda FAST también es donde se integró la nave espacial Apollo.
El ingenio espacial se activará y se someterá a una serie de pruebas de sistemas integrados. En septiembre, se enviará a la estación Plum Brook de la NASA en Ohio, donde se someterá a pruebas ambientales en una gran cámara de vacío térmico, así como a pruebas de interferencia electromagnética y compatibilidad.
Una vez que Orion regrese al Centro Espacial Kennedy a fines de año, la nave pasará por los preparativos finales antes de que Lockheed Martin la entregue para preparar el lanzamiento a principios de 2020.