Boeing superó el pasado 4 de octubre una prueba crucial en el camino de Estados Unidos para recuperar la capacidad de lanzamiento de vuelos espaciales tripulados, al completar la prueba de interrupción del lanzamiento de la nave CST-100 Starliner.
Durante la prueba, de 2 minutos de duración, diseñada para simular una emergencia en el lanzamiento de la cápsula, una nave Starliner no tripulada despegó por sus propios medios desde la zona de pruebas en la base del Ejército Estadounidense en White Sands, Nuevo México. La nave consiguió demostrar el adecuado funcionamiento de los diversos sistemas integrados que serían necesarios para expulsar con éxito la cápsula desde el vehículo de lanzamiento Atlas V en cualquier momento durante el ascenso.
«El equipo de pruebas y la nave espacial han funcionado a la perfección», afirmó John Mulholland, Director del programa Starliner. «Las pruebas en situación de emergencia son muy complejas, y nuestro equipo ha confirmado hoy que la nave espacial mantendrá a nuestra tripulación a salvo en el improbable caso de una interrupción del lanzamiento».
Once #Starliner’s engines fired, the spacecraft got up to 650 miles per hour (1,046 km per hour) in about five seconds, proving this system can get crew away from a dangerous situation fast. pic.twitter.com/YKlvaMm8Vh
— Boeing Space (@BoeingSpace) November 4, 2019
Cuando la cuenta atrás llegó a T-0, Starliner encendió sus cuatro motores de interrupción del lanzamiento (LAE, por sus siglas en inglés) y varios propulsores para la maniobra y el control de la inclinación en órbita (OMAC, por sus siglas en inglés).
Con un empuje de 86.000 kilos (190.000 libras), la cápsula se separó rápidamente del montaje de prueba, demostrando la velocidad con la que el sistema puede alejar a la tripulación del peligro si fuera necesario. El vehículo voló en torno a un kilómetro y medio en menos de 20 segundos antes de desplegar el escudo térmico frontal y los paracaídas.
Casi a los 34 segundos, los módulos de servicio y de tripulación quedaron separados. A medida que el módulo de tripulación descendía lentamente para aterrizar sin peligro gracias a los paracaídas, el módulo de servicio siguió en caída libre tal y como estaba planeado.
Transcurrido poco más de un minuto desde el inicio de la prueba, el escudo térmico de la base se separó permitiendo que las bolsas de aire de la nave Starliner se desplegaran e inflaran para preparar el aterrizaje. El módulo de tripulación tocó tierra 95 segundos tras el encendido de los motores de interrupción.
«Hemos probado todos estos sistemas por separado, por lo que sabemos que el sistema se enciende en los niveles previstos y que los paracaídas pueden soportar el peso del vehículo y ralentizar su descenso de forma segura, pero la prueba real es garantizar que los sistemas funcionen como un conjunto. Es entonces cuando se sabrá que los sistemas están listos para realizar vuelos con tripulación», declaró Alicia Evans, Directora de Pruebas del Sistema de Interrupción del Lanzamiento.
En las siguientes 24 horas, se recuperó el módulo de tripulación de la nave Starliner para su evaluación y análisis. Realizar esta prueba sobre tierra permite conservar el módulo de tripulación para su reutilización, y Boeing utilizará los datos de esta prueba para validar el rendimiento del sistema durante las operaciones de aterrizaje en situaciones normales.
Starliner está diseñada como la primera cápsula orbital tripulada fabricada en EE.UU. que aterrizará en tierra, lo que permitirá que los módulos de tripulación se reutilicen hasta 10 veces.
Boeing se compromete a proporcionar servicios de transporte seguro a destinos de órbita terrestre baja, incluida la Estación Espacial Internacional, donde las investigaciones en curso mejorarán la vida en la tierra, respaldando un sector comercial en crecimiento, y permitiendo misiones de larga duración de regreso a la luna y a Marte.
La prueba de la interrupción del lanzamiento de la nave Starliner es un hito esencial antes de llevar astronautas de Boeing y la NASA al laboratorio en órbita en el vuelo de prueba tripulado de Starliner, y para las misiones operativas a la estación de la NASA en un futuro cercano.