Un Airbus A350 de Air France realizó ayer el primer vuelo de larga distancia de la compañía utilizando biocombustible. El avión despegó del aeropuerto Paris-Charles de Gaulle y aterrizó en el de Montreal, Canadá. La compañía Total se encargó de suministrar el biocombustible.
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El biocombustible utilizado para este vuelo se fabricó a partir de desechos y residuos de la economía circular. Total produjo el biocombustible a partir de aceite de cocina usado en su biorrefinería La Mède, en el sur de Francia, y en su fábrica de Oudalle cerca de Le Havre, sin utilizar ningún aceite de origen vegetal virgen.
Los depósitos del avión se cargaron con una mezcla en la que el 16% era biocombustible y el resto el tradicional queroseno. Según Air France, se evitaron verter a la atmósfera 20 toneladas de CO2.
Air France-KLM es pionera en evaluar combustibles de aviación sostenibles. KLM realizó su primer vuelo con biocombustible en 2009. Desde entonces, el Grupo ha multiplicado el número vuelos. Entre 2014 y 2016, realizó 78 Air France vuelos propulsados por una mezcla en la que el 10% era combustible sostenible.
Reseñar, como dato anecdótico, que el camión cisterna que suministró el combustible es eléctrico.
