La protesta que organizó ayer Greenpeace en el partido de la Eurocopa 2021 entre Alemania y Francia en el estadio Allianz Arena de Múnich pudo haber acabado en tragedia. Afortunadamente solo se rozó el desastre.
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Un miembro de la organización ecologista se coló en e campo de futbol equipado con un paramotor, al parecer eléctrico, y cuyo paracaídas era de color amarillo con una inscripción dirigida a Volkswagen, pues aparece el logo del fabricante de coches. Greenpeace le pedía que deje de fabricar vehículos equipados con motores de gasolina y diesel contaminantes.
Cuando sobrevolaba el campo de juego, el cuerpo del individuo chocó con un cable de la cámara aérea de televisión. Se frenó considerablemente su velocidad y acto seguido perdió altura de forma súbita. A punto estuvo de aterrizar en la zona del público, que sobrevoló a baja altura, para acabar en el campo de juego.
Por su parte la organización publicó un tuit en su cuenta en alemán con este texto: «Hola, Volkswagen. ¡Es tiempo de echar los combustibles a patadas!». La protesta ha sido tildada en las redes sociales de forma mayoritaria de insensata y muy arriesgada.
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