Los hangares en los aeropuertos de Aena son otra pesadilla para la aviación general. El principal problema son los precios, que están por encima de mercado, lo cual los convierte en inalcanzables para la aviación general. Y Aena, lejos de ajustar su coste, es decir, el precio de las concesiones, prefiere dejarlos vacíos, según afirma el Real Aero Club de España (RACE) en un comunicado publicado en su web y que reproducimos a continuación.
En la aviación comercial, en condiciones normales, los aviones están normalmente en vuelo o sino en mantenimiento, con cortos periodos aparcados que nos les suponen ningún problema para estar en plataforma. Sin embargo los periodos de uso en las aeronaves de aviación general son mucho menores y los materiales de sus fuselajes menos resistentes a las condiciones climáticas, especialmente el sol y la humedad en zonas costeras.
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Por eso es muy importante para la aviación general disponer de hangares. Pero en los aeropuertos de Aena, con su férreo monopolio, la empresa semipública no mueve un dedo para ofrecer las condiciones necesarias para gestionar espacio de hangaraje, o permitir que empresas privadas puedan hacerlo. Y ya no hablamos de grandes hangares de uso común en los que pueden estar una decena de aviones, y son caros de construir, sino ofrecer hangares individuales que se pueden construir por poco dinero, y por fases según la demanda.
El precio de alquiler es otro hándicap para la aviación general. Un pequeño club de vuelo o escuela de pilotos privados no tiene los recursos para el alquiler a los precios “estándar” que Aena ofrece, y que están por encima del mercado. Y Aena, lejos de negociar una solución más económica para aquellas instalaciones que tiene vacías, y que podrían estar siendo utilizadas por la aviación general, prefiere tenerlas abandonadas dejando que se deterioren hasta llegar a la ruina, como se puede ver en varias de las fotos que acompañan esta noticia. Todos estos hangares están vacíos, y hay solicitud por parte del aeroclub local de espacio para hangaraje, sin respuesta por parte de Aena.
Además, en aquellos casos que un aeroclub o escuela consigue los recursos necesarios, se encuentra que cada 5 años tiene que renegociar las condiciones del alquiler, lo que hace imposible una continuidad o acometer mejoras en las instalaciones. Y encima vivir siempre con la incertidumbre de quedarse en la calle en la siguiente renovación.
La ampliación de las plataformas para la aviación general, así como la construcción de hangares individuales, con materiales sencillos que no exigen grandes inversiones, son una necesidad en la mayoría de los aeropuertos de la red.
Aena olvida que es una empresa con capital mayoritariamente público, que no puede pensar únicamente en la rentabilidad, sino que tienen que atender a todos los usuarios de esas instalaciones, desde grandes aviones comerciales a pequeñas avionetas de un club de vuelo. Ahora que tanto se habla de la necesidad de revertir la «España vaciada», Aena (y los otros dos gestores, AESA y ENAIRE) van justo en la dirección contraria: lograr una «España vaciada» de aviación general.
Texto: www.realaeroclubdeespaña.org