El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA), quiere poner en valor la actuación de los dos tripulantes del vuelo que el pasado lunes realizaban la ruta Madrid – Dusseldorf cuando se vieron afectados por un incidente causado por la presencia de un arácnido en cabina.
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El comandante que pilotaba el A320 sufrió una dolorosa mordedura de una tarántula en un momento crítico del vuelo, justo en la rotación, cuando circulaba por la pista del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid – Barajas a gran velocidad, sin tiempo
ya para abortar el despegue.
En esas circunstancias, un movimiento brusco, cuando existen escasos segundos para reaccionar, puede ser crítico. La actuación profesional, templanza y diligencia tanto del comandante como de la copiloto resultaron determinantes para que el fortuito y atípico incidente se quedara solo en eso.
El dolor que sintió en la mano por la picadura no impidió al comandante mantener con firmeza los mandos del avión, pero su grito alertó a la copiloto, quien en décimas de segundo tomó el control de la aeronave. De este modo, ambos hicieron que un incidente nada previsible se convirtiese en una impecable actuación profesional que queda en una noticia “curiosa”.
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Sin embargo, se ha puesto más el foco en si la araña era peluda que en lo verdaderamente importante: estos dos profesionales, con su actuación impecable y su pericia, sin duda evitaron que el incidente fuera a más.
La importancia de contar con dos pilotos en cabina
Desde Sepla nos sentimos muy orgullosos de contar en nuestro país con pilotos altamente experimentados, perfectamente formados y entrenados para preservar la seguridad de los vuelos ante cualquier circunstancia, por inesperada que esta pueda ser.
Y destacamos este caso como un ejemplo evidente de que la presencia de dos pilotos en cabina es, y será, crucial para la seguridad de los vuelos. En una cabina de vuelo la redundancia es fundamental, y solamente un ser humano es capaz de salir de situaciones instintivas y de reacción instantánea, siempre y cuando tenga la experiencia y el entrenamiento adecuados. Los avances tecnológicos de inteligencia artificial deben ser una ayuda para los pilotos, pero nunca, bajo ningún concepto, sustituir su presencia al mando de una aeronave con personas a bordo.
