El avión no tripulado experimental X-51A WaveRider, una aeronave hipersónica capaz de sobrevolar el océano Pacífico a 5.793 kilómetros por hora, ha sido puesto a prueba por el Pentágono en un vuelo «clave» para el desarrollo de su tecnología, ha confirmado una fuente del Departamento de Defensa.
Vídeo publicado en YouTube en junio de 2010
Desde un hangar de la Base Edwards de la Fuerza Aérea estadounidense en el desierto de Mojave (California), un equipo de ingenieros aeroespaciales puso a punto el aparato, que podría recorrer la distancia entre Nueva York y Londres en menos de una hora.
El proyecto, desarrollado por la Agencia Espacial estadounidense (NASA) y la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa de EEUU (DARPA), se puso a prueba mediante el anclaje del X-51A Waverider al ala de un antiguo bombardero B-52.
El X-51A WaveRider debería de haber volado a velocidad hipersónica durante 300 segundos para sumergirse después en el océano Pacífico.
Aunque las mismas fuentes no pudieron dar información sobre los resultados obtenidos, de haber sido realizado con éxito, la nave debería haberse destruido durante la prueba, haciendo imposible su recuperación, pero los ingenieros podrían utilizar todos los datos registrados durante el vuelo para el desarrollo de la tecnología hipersónica en usos militares.
Ocho años de trabajo
El vuelo de prueba X51A ha sido el tercer experimento de un programa que comenzó en el año 2004. El primer WaveRider, construido por Boeing, fue probado en mayo de 2010 a 3.500 kilómetros por hora durante 143 segundos, antes de que un fallo técnico pusiera fin a la prueba antes de tiempo; así como el segundo, que fue ejecutado en junio de 2011 y también terminó antes de lo esperado aunque éste sí generó datos concretos.
La Fuerza Aérea tiene previsto desarrollar y utilizar tecnología hipersónica para trasladar misiles o aviones a cualquier parte del mundo en cuestión de minutos en lugar de horas, con el objetivo de no dejar tiempo de reacción al enemigo.
Además de la velocidad, las aeronaves hipersónicas volarán a gran altura fuera del alcance del fuego enemigo o un misil. La NASA y el Pentágono están financiando tres centros nacionales en el país para estudiar el vuelo hipersónico. El programa WaveRider costará 140 millones de dólares (unos 113 millones de euros) según las estimaciones de la página especializada en desarrollo militar, Globalsecurity.com.