La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha valorado los costes por las pérdidas de ingresos de las aerolíneas a causa de la crisis del volcán en más de 1.700 millones de dólares, ocasionados tras los primeros seis días del inicio erupción. Durante los tres días (17 – 19 de abril) las pérdidas alcanzaron 400 millones de dólares diarios.
«Sólo las aerolíneas han registrado 1.700 millones en pérdidas hasta la fecha. La crisis ha afectado al 29% de la aviación global y a 1,2 millones de pasajeros al día. Su magnitud supera a la del 11 de septiembre, cuando el espacio aéreo norteamericano permaneció cerrado durante tres días», dijo Giovanni Bisignani, Director General y CEO de la IATA.
La IATA señaló que se han producido algunos ahorros como resultado de la cancelación de vuelos, como un recorte en la factura por combustible de 110 millones de dólares, respecto al gasto habitual. Sin embargo, estos recortes se han contrarrestado por gastos adicionales derivados de la atención a los pasajeros. «Para un sector que el año pasado sufrió pérdidas de 9.400 millones de dólares y que prevé pérdidas de 2.800 millones de dólares en 2010, esta crisis es devastadora. Es un fuerte golpe en el peor momento financiero de las compañías aéreas. Ya estaba previsto que las aerolíneas perdieran 2.200 millones de dólares en el presente ejercicio – el más largo en el sector», dijo Bisignani.
Mitigar el impacto financiero
«Al tiempo que calculamos el coste de esta crisis, debemos estudiar la manera de mitigar sus consecuencias. Algunos de nuestros aeropuertos socios están estableciendo buenas prácticas con la industria. El Aeropuerto de Heathrow, en Londres, y Dubai están renunciando a las tarifas de estacionamiento y no están aplicando cargos a los vuelos de reposicionamiento. El resto de los aeropuertos debe actuar del mismo modo», dijo Bisignani.
Pero los gobiernos tienen ahora el papel más importante. Bisignani sugirió tres medidas específicas de ayuda reglamentaria:
1.- Mitigar las normas de los slots aeroportuarios: la IATA pidió flexibilidad en la asignación de franjas horarias de despegue y aterrizaje ante la naturaleza excepcional de esta crisis. Es decir, si el slot no se utiliza, pueda ser reasignado a otra compañía).
2.- Levantar las restricciones en los vuelos nocturnos: la IATA instó a los gobiernos a levantar las prohibiciones de los vuelos nocturnos para que las compañías puedan transportar cuanto antes a los pasajeros afectados por las cancelaciones.
3.- Revisar la normativa sobre los derechos de los pasajeros: “Se trata de un fenómeno natural completamente fuera del control de las aerolíneas. Las aseguradoras sin duda lo ven así. Pero los reglamentos europeos sobre los derechos de los pasajeros no lo tienen en cuenta. Por el contrario, estas normativas no eximen a las compañías aéreas de su responsabilidad aún en casos excepcionales, debiendo asumir los costes de hoteles, comidas y teléfonos. «Los reglamentos no fueron pensados para este tipo de situaciones excepcionales, como es el caso. Urge que la Comisión Europea encuentre la forma de aliviar esta carga injusta”, dijo Bisignani.
IATA pide compensaciones
Bisignani también apremió a los gobiernos a compensar a las aerolíneas por las pérdidas de ingresos. Tras los acontecimientos del 11 de septiembre, el gobierno de Estados Unidos compensó con 5.000 millones de dólares a las aerolíneas por las pérdidas tras el cierre del espacio aéreo durante tres días. La Comisión Europea ha dado vía libre a los gobiernos para que ofrezcan ayudas económicas en la misma línea.
«Soy el primero en decir que la industria no quiere o no necesita subsidios. Pero esta crisis no es el resultado de una mala gestión. Es una situación extraordinaria agravada por un deficiente proceso de toma de decisiones por parte de los gobiernos. Las aerolíneas no han podido continuar su actividad con normalidad. Ahora los gobiernos deben ofrecer su apoyo para que se recuperen de estas pérdidas», dijo Bisignani.
Reapertura del espacio aéreo
Ante las críticas generadas, la Comisión Europea anunció el Lunes la revisión de las medidas relativas al cierre del espacio aéreo.
«El espacio aéreo se ha cerrado en base a modelos teóricos y no a hechos objetivos. Los vuelos de prueba de nuestros miembros han demostrado que esos modelos estaban equivocados. Nuestra prioridad número uno es la seguridad. Sin poner en riesgo este compromiso, Europa debía encontrar soluciones basadas en datos objetivos y evaluación de riesgos, en la teoría».
«La decisión de calificar el espacio aéreo en base al riesgo ha sido un paso en la dirección correcta. Desafortunadamente, no todos los estados están actuando de la misma manera. Es una situación embarazosa para Europa, que tras décadas de discusión, aún no ha conseguido un Cielo Único Europeo eficaz. El caos y las pérdidas económicas de la semana pasada son una llamada clara a los dirigentes europeos de que el Cielo Único Europeo es fundamental y urgente», dijo Bisignani.