El A321 de Turkish Airlines que cubre el trayecto entre Estambul e Izmir, también en Turquía, se vio obligado a realizar el pasado jueves un aterrizaje de emergencia con un solo motor.
Cuando se estaba acercando al aeropuerto el impacto de un rayo provocó que se incendiase el motor derecho. Un individuo desde tierra grabó la estela de fuego que dejaba el avión, lo cual puede darnos una idea del pánico que vivieron los 110 pasajeros.
Los pilotos activaron el sistema de extención del fuego del motor, que tardó unas decenas de segundos en realizar su cometido. Los aviones están preparados para absorber las descargas eléctricas de los rayos y el hecho de que se haya incendiado un motor es una anomalía que la aerolínea y el fabricante deberán investigar.
El avión aterrizó sin contratiempo con los servicios de emergencia del aeropuerto de Izmir en esta de máxima alerta.