Coincidiendo con el último fin de semana de julio a tenido lugar en las instalaciones de Top Fly en el Aeropuerto de Huesca Pirineos la ya tradicional ceremonia de imposición de alas por parte de sus instructores de vuelo a aquellos alumnos que han alcanzado la “suelta”, después de la fase inicial de instrucción básica. En esta ocasión los protagonistas han sido los cadetes de la 2ª Promoción de Tianjin Airlines, que llegaron a la base aragonesa de Top Fly en los primeros días de junio.
La “suelta” culmina la primera fase de instrucción práctica del alumno piloto, que abarca desde el vuelo inicial hasta el momento en que por primera vez se encuentra totalmente solo a los mandos de su avión. A lo largo de estos casi dos meses, los cadetes han acumulado algo más de 40 horas de vuelo en monomotores básicos, a los que sucederán en breve las prácticas en monomotores avanzados con tren retráctil, el conocimientos de los sistemas de navegación “glass cockpit”, y el paso a los bimotores.
Un festejo pasado por agua.
Como elemento singular, la tradición en la base de Huesca dicta que todo alumno “soltado” deberá recibir una ducha de agua al término de su primer vuelo.
Esta tradición, mantenida por más de una década y originaria al parecer de Canadá, tiene a los alumnos chinos como fieles y puntuales seguidores sea cual sea la época del año. En esta ocasión, la coincidencia con los meses estivales la convierten sin duda en un peaje obligatorio más apetecible que en invierno, a varios grados bajo cero y en ocasiones aderezada con las potentes ráfagas del Cierzo aragonés. Curiosamente –y casi se podría afirmar que milagrosamente- nadie ha sufrido jamás un resfriado por este motivo.