El Colegio oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (COPAC) considera imprescindible que el aeropuerto de Hondarribia-San Sebastian adopte medidas inmediatas que eviten nuevos choques de aves con aeronaves que ponen en serio peligro la seguridad de los vuelos.
El pasado 10 de noviembre un vuelo sufrió un accidente cuando, durante la maniobra de aterrizaje, los pilotos se vieron sorprendidos por cientos de gaviotas que se encontraban en el umbral de la pista y que empezaron a impactar violentamente contra el avión. El aterrizaje se complicó extremadamente y sólo la pericia de la tripulación impidió que tuviera lugar una catástrofe. Los pilotos de dicho vuelo reportaron inmediatamente a los responsables del aeropuerto lo ocurrido y el personal de tierra pudo comprobar que sobre la pista quedaron 46 aves muertas. Afortunadamente no hubo que lamentar daños personales, pero la aeronave quedó inutilizada.
Sin embargo, y a pesar de que se conoce el riesgo existente de choque con aves en el aeródromo y sus inmediaciones y de que hay antecedentes de sucesos similares, los responsables del aeropuerto ni han informado a las tripulaciones por los canales establecidos de la posible presencia de aves ni han adoptado medidas para mitigar dicho riesgo para la seguridad de las operaciones aeroportuarias.
En este sentido, el COPAC recuerda que una vez que finaliza el servicio habitual del halconero, coincidiendo con el ocaso, las pistas activas y de rodaje deben ser revisadas regularmente para detectar la presencia de aves y fauna y dispersarlas, más aún en aeropuertos como el de Hondarribia-San Sebastian en el que es habitual que las gaviotas se sitúen en el umbral de la pista.
El COPAC ya se ha puesto en contacto con el Director del aeropuerto, con AENA y con la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) para poner en su conocimiento la gravedad del suceso y solicitar la inmediata adopción de medidas preventivas.
