La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) ha ordenado realizar una nueva inspección de los motores fabricados por Rolls-Royce para los Airbus-380, tras determinar que una fuga de carburante fue la causa del incendio en uno de los propulsores del ‘superjumbo’ de Qantas que la semana pasada tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Singapur. Esta información se puede leer en www.europapress.com.