La tasa mundial de accidentes de avión a reacción, medida en pérdidas de fuselajes por millón de vuelos, fue en 2014 de 0,23, lo que equivale al porcentaje más bajo de la historia.
Esta tasa representa un accidente por cada 4,4 millones de vuelos, según informa la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA). En 2013 la tasa de accidentes fue de 0,41 (un accidente por cada 2,4 millones de vuelos).
La IATA agrupa a unas 240 compañías aéreas de todo el mundo, lo cual represent el 84% de la flora mundial de aviones de pasajeros.
El año pasado se produjeron 12 accidentes que ocasionaron en total 641 muertos, cuando la media entre 2009 y 2013 fue de 19 accidentes con 517 fallecidos de media. En 2014 la tasa de pérdidas de fueselajes de avión entre los miembros de IATA fue de 0,12 es decir, un accidente por cada 8,3 millones de vuelos.
Accidentes de los vuelos MH 370 y MH 17
2014 pasará a la historia de la aviación por dos acontecimientos extraordinariamente trágicos: los siniestros de los vuelos de Malaysia Airlines MH 370 y MH 17.
Sobre el primero, del que el pasado domingo se cumplió un año, la IATA indica que aunque las circunstancias del accidente del MH 370 se desconocen, se ha clasificado como accidente con muertos, uno de los 12 ocurridos el año pasado. La industria de la aviación ha acogido favorablemente la proposición de la OACI para que se adopten las medidas tecnológicas tendentes a efectuar el seguimiento mundial de todas las aeronaves comerciales en vuelo.
Sobre la destrucción del avión de Malaysia Airlines por un misil antiaéreo cuando sobrevolaba Ucrania no se considera un accidente según los criterios de clasificación aceptados a nivel mundial. La IATA recuerda que los cuatro aviones que se perdieron en EEUU en atentados terroristas el 11 de septiembre de 2001 tampoco se han considerado accidentes aéreos.
Tony Tayler, director general de IATA, manifestó que «abatir el vuelo MH 17 causando la muerte de 298 personas fue un acto de agresión inaceptable. Los gobiernos y la industria están comprometidos para reducir los riesgos en las zonas en conflicto. Entre estos medios figura el compartir información crítica sobre los riesgos que afectan a la aviación civil. Realizamos un llamamiento a los gobiernos para encontrar un mecanismo internacional capaz de regular el diseño, fabricación y despliegue del armamento antiaéreo».
