Helicópteros sobre Fukushima: una mirada a la experiencia de Chernobil

Los helicópteros militares japoneses enviados para verter agua sobre el reactor 3 de la central nuclear de Fukushima-1 finalmente no han podido cumplir con su misión debido a la intensidad de la radiación, según ha informado la agencia de noticias Kiodo citando a responsables del Ministerio de Defensa japonés. Los helicópteros, pertenecientes al Ejército de Tierra, permanecen ahora a la espera para volver a intentar la operación y facilitar así el enfriamiento del núcleo del reactor.




 

Esa tímida pero aparatosa intervención -la imágenes de televisión han mostrados a dos Chinook sobrevolando la centra nuclear con bambis similares a los que utilizan los Eurocopter Ecureuil- contrastan con heroica actuación que tuvieron los pilotos soviéticos en Chernobil con sus vetustos y robustos Mi. La revista Fuerza Aérea Clásica publicó en su primer número -el depósito legal es de 1998-, un reportaje de 12 páginas titulado «Helicópteros sobre el infierno». Lo firmó Rafael Treviño Martínez y en el que se explica la odisea que vivieron filmando el desastre, colocando sensores para medir la radiación y arrojando toneladas de boro para detener la expulsión de radioactividad a la atmósfera. El autor recoge la experiencia que vivió el piloto Nikolai Melnik, que años después trabajó en España en la extinción de incendios pilotando un Kamov. En el reportaje se explica que para aislar los helicópteros de la radiaciónse colocaba en el suelo del aparato una gruesa chapa de hierro que pesaba varios cientos de kilos. 

Japón carece de un Ejército ofensivo y es posible que intervenir con medios aéreos sobre la ya devastada central nuclear les desborde. En este sentido, tal vez la experiencia de los pilotos soviéticos en Chernobil les pudiera servir…

Texto: José Fernández

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