Embarcar en el avión, subir la maleta y alcanzar el asiento asignado se convierte a menudo en un pequeño engorro en el que perdemos más tiempo de la cuenta y que termina pasando factura a las compañías.
Algunos estudios preliminares apuntan a que cada minuto que se pierde colocando el pasaje termina costando miles de euros al final de año a las aerolíneas y se suma a los incómodos retrasos del tráfico aéreo. / Esta noticia se puede leer en www.lainformacion.com.