Después de tres años de preparación, el experimental avión solar estratosférico SolarStratos inició sus vuelos de prueba en Payerne, cantón de Vaud, antes de ir a llamar a la puerta del espacio.
Este viernes, el SolarStratos, elegante avión solar de 8,5 metros de largo, con alas cubiertas con 22 m2 de paneles solares, despegó oficialmente del aeródromo de Payerne. Su diseño tiene cierto parecido con el motovelero alemán Grob G 109. Tras una serie de pruebas que permitieron incrementar su velocidad, el piloto Klaus Plasa ha realizado hoy el primer vuelo de la nave.
«Es un momento muy emocionante para mí y para el equipo, pero estamos un poco nerviosos, ya que ahora vamos a ver si todo lo que hemos trabajado durante los últimos tres años funciona o no», comentó a swissinfo.ch Raphael Domjan, fundador del SolarStratos, antes de este primer vuelo.
De aquí a finales del año próximo, el aventurero suizo espera conducir su avión hasta los gélidos espacios de la estratosfera, a una altitud de 25 000 metros; es decir, tres veces la altura del Monte Everest – lo que representaría un hito histórico para un avión solar equipado con motores eléctricos.
Obstáculos
Pero antes de llegar allí, este hombre de 44 años, que en 2012 fue el primero en dar la vuelta al mundo en un barco solar (Planet Solar), deberá superar algunos obstáculos importantes.
Raphael Domjan es un experimentado piloto que comenzó con planeadores a la edad de 15 años. Pero ahora tiene que aprender a dominar el pequeño avión experimental tanto en el aire como en tierra, con un simulador. Y muchos elementos del SolarStratos, como las baterías y la hélice están todavía en desarrollo, lo que añade incertidumbre al proyecto.
Paso a paso, Raphael Domjan cuenta realizar vuelos a media altura este verano, para más tarde este mismo año, intentar romper el récord mundial de altitud a bordo de un avión solar con piloto (9 235 m), establecido en 2010 por André Borschberg, al timón del Solar ImpulseEnlace externo.
El proyecto SolarStratos se produce unos meses después de que los pilotos suizos André Borschberg y Bertrand Piccard concluyeran su histórica vuelta al mundo con el Solar Impulse.
Suiza es pequeña. No es sorprendente que Piccard (de Lausana) y Domjan (de Neuchâtel) sean buenos amigos. El segundo tiene previsto invitar al primero a bordo de su biplaza para batir juntos el récord.
Mientras que la ‘libéula gigante’, el Solar Impulse II, tenía 22 metros de largo por 72 de ancho, el prototipo SolarStratos mide apenas 8,50, con una envergadura de 24,8 metros. Pesa 350 kilogramos (contra los 2 300 del Solar Impulse) y la aventura de Raphael Domjan debería costar solamente unos 10 millones de francos, frente a los 172 millones de aquella de Piccard y Borschberg.
The project @SolarStratos took to the air for the first time this morning in Payerne, #Switzerland! ☀️ #SolarStratos pic.twitter.com/lxdtvA6LsZ
— House of Switzerland (@HofSwitzerland) 5 de mayo de 2017
El equipo del SolarStratos estima que el viaje redondo a la estratósfera llevará unas 5 horas y media: 2 horas y media para alcanzar la máxima altitud, 15 minutos para admirar el brillo excepcional de las estrellas en un cielo ya casi negro y luego, poco menos de tres horas para regresar a casa.
En términos más generales, el proyecto de Raphael Domjan es demostrar “las cosas increíbles que se pueden hacer hoy en día con la energía solar”. Si todo funciona según lo previsto, después del primer vuelo estratosférico piensa ya en vuelos comerciales a gran altura con aviones más grandes para competir con firmas como Zero2Infinity y WorldView, que ofrecen – o se proponen ofrecer – acceso a la estratosfera.
Otra idea es crear drones solares estratosféricos que podrían reemplazar o completar los satélites. Facebook y Google, entre otros, desarrollan ya este tipo de drones.
Texto: Simon Bradley – www.swissinfo.ch