Un situación de elevado riesgo se vivió el pasado 18 de septiembre a unos 70 kilómetros del aeropuerto cuando se aproximaban un Boeing 777 de Cathay Pacific y un A300 de Dragonair (la filial de bajo coste de Cathay). Según han revelado divesos medios de comunicación, el piloto del B777 comunicó a la torre de control que sólo tenía combustible para 10 minutos de vuelo, motivo por el cual la tripulación de A330 se ofreció a que aterrizase primero.
Se autorizó que el B777 aterrizase primero pero al parecer la tripulación no recibió esta comunicación, lo que desencaenó que los aparatos llegasen a estar a sólo 2.000 metros de distancia. En ese momento se activaron las alertas de colisión del aparato. El A330 de Dragonair ganó altura y el de Catahay prosiguió el descenso. En total en ambos aviones viajaban 613 personas, entre pasajeros y tripulación.
Esta noticia se puede ampliar en la web del diario de Hong-Kong The Standard.