Primer vuelo intercontinental de Lufthansa propulsado por biocombustible

Vídeo elaborado por Lufthansa, publicado ayer en YouTube

Lufthansa, tras haber realizado durante seis meses 1.187 vuelos entre Hamburgo y Frankurt utilizando combustible biosintético, se dispone hoy a realizar el primer vuelo intercontinental de las mismas características. Según informó la aerolínea, los vuelos domésticos han supuesto una reducción de 1.471 toneladas de emisiones de CO2. El consumo total de la mezcla de bioqueroseno ascendió a 1.556 toneladas.


«Como era de esperar, los biocombustibles han demostrado su eficacia en las operaciones de vuelo diarias», confirmó Joachim Buse, vicepresidente de biocombustibles de Lufthansa. Hoy, un Boeing 747-400 despega de Frankfurt con destino a Washington con 40 toneladas de combustible biosintético. Lufthansa considera que reducirá las emisiones de CO2 en 38 toneladas, equivalentes seis vuelos entre Frankfurt y Berlín.

La industria de la aviación se ha comprometido en frenar el cambio climático. De acuerdo con las previsiones de IATA, las aerolíneas deberían reducir sus emisiones netas de CO2 en un 50% en el año 2050, en comparación con 2005. «Si queremos proteger nuestro clima y, por lo tanto, nuestro futuro de forma sostenible, necesitamos ideas y tecnologías innovadoras. Es decir, consolidar una alternativa ecológica a los combustibles fósiles, especialmente en vista de la creciente demanda de movilidad en todo el mundo la movilidad», dijo Christoph Franz, presidente del Consejo de Administración de Lufthansa.

El queroseno biosintético es tan fiable como el queroseno, incidiendo de forma positiva en el medioambiente. Gracias a la mayor densidad de energía de los biocombustibles, es posible reducir el consumo de combustible en más de un 1%. Por otra parte, el queroseno biosintético carece de azufre y compuestos aromáticos. Conviene recordar que el biocombustible emite alrededor de un 50% menos de CO2 que los combustibles fósiles convencionales.

Desde el pasado 15 de julio, un Airbus A321 de Lufthansa utiliza biocombustible para operar vuelos regulares en la ruta Hamburgo-Frankfurt. Uno de los motores del avión está propulsado por una mezcla del 50% de gasolina regular y otro 50% de queroseno biosintético. El objetivo de estos vuelos ha sido adquirir experiencia en el uso de biocombustibles y recopilar datos a largo plazo, según la aerolínea.

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