El Solar Impulse aterrizó en el Aeropuerto de Madrid-Barajas

El Solar Impulse, el primer avión tripulado día y noche impulsado por energía solar sin utilizar ningún otro tipo de combustible, aterrizó a las 01:19 de la madrugada de ayer sábada, 7 de julio, en el Aeropuerto de Madrid-Barajas. Sus pilotos, Bertrand Piccard -quién ha pilotado el avión en esta nueva aventura desde Rabat- y André Borcschberg, fueron recibidos en la pista de aterrizaje por el director del Aeropuerto, Miguel Ángel Oleaga, quien destacó la importancia de este tipo de inventos y gestas para el desarrollo de la aviación en consonancia con el respeto y el cuidado al medio ambiente.

Aterrizaje del Solar Impulse en Madrid-Barajas / Foto: Aena

El vuelo entre Rabat y Madrid duró 17 horas y 2 minutos para cubrir 898 Km., realizándose a una velocidad media de 60 Km/h. La llegada oficial de esta aeronave a Barajas, así como su anterior parada técnica camino de Marruecos, han supuesto el despliegue de un importante dispositivo en el que han participado diversas divisiones y técnicos del Grupo Aena -tanto de la parte del Aeropuerto como de la parte de Navegación Aérea- a fin de que tanto el vuelo como el aterrizaje y despegue se desarrollaran sin ningún tipo de incidencia ni interferencias con la operación normal de la red de Aena. Una aventura con la que se está colaborando desde abril y que se hace compleja por las particularidades técnicas del avión y los condicionantes operativos del aeropuerto.

MIguel Ángel Oleaga saluda a Bretrand Piccard, piloto del Solar Impulse / Foto: Aena
La colaboración del Aeropuerto de Madrid-Barajas y por ende de Aena Aeropuertos con este tipo de empresas, supone su apoyo y aportación constante a proyectos que inciden de forma muy positiva en el desarrollo de nuevas tecnologías aplicadas al transporte aéreo, más aún, cuando éstas tecnologías tienen una repercusión directa en el cuidado del Medio Ambiente.

De hecho, Aena Aeropuertos tiene entre sus principales prioridades en materia de Política Ambienta y Energética la sostenibilidad, el respeto y la conservación del Medio Ambiente, trabajando para garantizar tanto la protección del entorno como el cumplimiento de la legislación vigente.

La idea del Solar Impulse nació en 1999 de la mano del suizo Bertrand Piccard quien, en 2004, junto al ingeniero y también piloto André Borschberg y la inestimable ayuda de diversos especialistas, organismos y empresas pusieron en marcha el proyecto. Una idea visionaria que después de varios años de trabajo e investigación culminó en 2010 con el vuelo del primer avión solar tripulado del mundo.

La aeronave que hoy visita el Aeropuerto de Madrid-Barajas está construida con fibra de carbono, tiene cerca de 64 metros de envergadura y pesa tan sólo 1.600 kg, lo que le obliga a desplazarse con unas condiciones meteorológicas muy determinadas. Diseñado para volar tanto de noche como de día, el avión, que vuela gracias al uso de energía solar, no utiliza ningún otro tipo de combustible y no produce emisiones contaminantes a la atmósfera, lo que demuestra el importante potencial que tienen las nuevas tecnologías en términos de ahorro de energía y producción de energías renovables.

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