El Aeropuerto de Palma de Mallorca está instalando en el Terminal un total de 17 pasillos anti-retorno para aislar la zona de embarque y las plataformas, tal y como marcan las directivas de seguridad. El objetivo es evitar que los pasajeros accedan a estas zonas a través de los flujos de Llegadas. Cuatro de estos pasillos están ya operativos en Llegadas Sur y el resto se pondrá en servicio antes de julio.
Según un comunicado de AENA, se trata de unos pasillos acristalados con dos compuertas que sólo permiten el flujo de personas en un sentido. Si el pasajero que atraviesa estos pasillos quiere volver hacia atrás, tendrá forzosamente que volver a pasar el control de seguridad. En primera instancia se instalarán los de la zona central en la que confluyen los módulos C, D y B (Llegadas), después los de Salidas hacia el módulo A y, por último, el que conecta directamente con el módulo D, también en Llegadas. Los de Salidas se instalan para hacer obligatorio el paso por el control de Policía de pasajeros no Schengen. El proyecto, realizado por la empresa Tecosa, supone una inversión aproximada de 893.000 euros.