La pista de aterrizaje de la localidad afgana de Qala e Naw recibió el pasado 25 de julio el vuelo número 5000 del presente año, un avión T-21 del destacamento Alcor que procedía de la Base de Herat.
Con un volumen semejante de operaciones aéreas, esta pista alcanza un flujo similar al de aeropuertos nacionales como el de San Sebastián, Pamplona o Vitoria, superándolos en algunos casos. Teniendo en cuenta las características de la pista de Qala e Naw y las condiciones de trabajo, en un escenario tan complejo como es el de Afganistán, todo esto supone un gran reto al que el Ejército del Aire se está enfrentando con éxito.
Durante los pasados 3 meses el crecimiento de las operaciones aéreas en Qala e Naw ha sido vertiginoso, puesto que la Escuadrilla de Servicios Aeronáuticos (ESA) del Ejército del Aire, integrada dentro de la ASPFOR (Fuerza española en Afganistán) XXVI, ha atendido a todo tipo de aeronaves, tanto civiles como militares.
El apoyo a todas estas operaciones aéreas tiene múltiples facetas entre las que destacan el control aéreo de las aeronaves, su carga y descarga, el servicio contraincendios y otros cometidos de gestión y coordinación del tránsito aéreo.
Además la Brigada Paracaidista, del Ejército de Tierra, unidad base de ASPFOR XXVI, ha llevado a cabo el control de la seguridad de la pista, evitando cualquier incidente, tanto de seguridad de vuelo como de seguridad física del personal que trabaja en la zona aeronáutica.
El año pasado estas operaciones tuvieron una media inferior de 400 movimientos mensuales, mientras que este año la cifra alcanzada en siete meses supera todos los movimientos habidos durante el año 2009 y dobla el número de movimientos cada mes.
Edición: José Fernández / Foto: Ministerio de Defensa