El Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (COPAC) considera muy preocupante la escasa accesibilidad a la información existente sobre los servicios médicos disponibles en cada aeropuerto, lo cual dificulta la resolución de cualquier emergencia sanitaria que se produzca en vuelo o en el propio aeropuerto.
En los últimos meses, se han registrado emergencias médicas a bordo de diferentes vuelos que han provocado que el Comandante, como máximo responsable de la seguridad de los pasajeros, se desviara al aeropuerto más adecuado, donde, al no disponer de los servicios médicos necesarios, el pasajero afectado no ha podido ser atendido de manera urgente.
Por este motivo, el COPAC ha solicitado a AENA que elabore una guía sobre el tipo de asistencia médica disponible en cada aeropuerto para que los pilotos puedan actuar de la manera más adecuada posible ante emergencias médicas en vuelo. Igualmente, los usuarios del transporte aéreo deben conocer el tipo de servicios que se presta en cada aeropuerto, ya que es responsabilidad del gestor aeroportuario garantizar la seguridad sanitaria y el bienestar de los pasajeros y los profesionales que hacen uso de las instalaciones.
Para el COPAC el servicio médico de los aeropuertos debe contar con el personal sanitario y los recursos suficientes para cubrir la asistencia durante el horario de operaciones del aeropuerto. Así mismo, en caso de no contar con ambulancias propias, es necesario al menos tener disponibilidad inmediata de un medio de transporte sanitario para evacuaciones urgentes.
En la mayoría de los aeropuertos españoles el servicio está externalizado, no hay instalaciones médicas o sólo se ofrecen primeros auxilios. Son muy pocos los aeropuertos que cuentan con ambulancias – Badajoz, Barcelona, Gran Canaria, Madrid, Málaga, Palma de Mallorca, Tenerife Sur- para atender de forma rápida y eficiente las emergencias que puedan producirse.
Lamentablemente, a lo largo del año se han registrado ya varios casos de personas que no han recibido una atención médica adecuada y rápida, lo que ha provocado incluso el fallecimiento de algunos pasajeros, como el que tuvo lugar el pasado 1 de octubre de una ciudadana británica en el aeropuerto de Girona.