El Aeropuerto de Barcelona-El Prat ha completado con éxito el proceso de integración en el programa Airport-Collaborative Decision Making (A-CDM), con lo que se convierte en el decimoctavo aeropuerto de Europa que implanta en su totalidad este nuevo sistema de trabajo para optimizar la gestión de sus operaciones.
El programa A-CDM es una iniciativa conjunta de ámbito europeo auspiciada por Eurocontrol, ACI-Europe, CANSO (Civil Air Navigation Services Organisation) e IATA para mejorar la eficiencia de las operaciones aeroportuarias, reduciendo demoras, incrementando la predictibilidad de las operaciones y optimizando el uso de los recursos, tanto materiales (capacidad del espacio aéreo, capacidad de las pistas, estacionamientos…) como humanos (equipos de asistencia en tierra, gestor aeroportuario, compañías aéreas…).
Este proyecto, en cuyas diferentes fases de desarrollo e implantación en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat se ha venido avanzando paso a paso desde octubre de 2013, supone un cambio radical en la que hasta ahora era la forma habitual de trabajo de los aeropuertos europeos.
En pos de una mayor agilidad y eficiencia en la gestión de sus recursos, los principales agentes implicados en las operaciones aeroportuarias de los aeropuertos CDM se comprometen a una mayor permeabilidad frente al resto de actores involucrados en la operativa de cada vuelo, apostando por la toma de decisiones conjunta mediante la puesta en común de la información de que dispone cada uno de ellos.
Beneficios compartidos
El sistema A-CDM permite que Eurocontrol, las compañías aéreas y de handling, los proveedores de navegación aérea y los propios aeropuertos compartan una información actualizada y precisa que hasta ahora no era de conocimiento mutuo, con la consiguiente repercusión en los vuelos y el beneficio tanto para todas las partes implicadas como para los pasajeros y el medioambiente.
Las compañías aéreas y los agentes de handling dispondrán de datos con mayor antelación, podrán hacer una mejor planificación de los trabajos y mejorarán, entre otros, el conocimiento de la situación exacta de las aeronaves en cada momento. Además, se podrá reducir el coste de los movimientos en tierra derivado de un menor gasto de combustible al reducir los tiempos de rodaje y espera en cabeceras, lo que repercute también en el medio ambiente y atenúa el impacto ambiental.
En cuanto a los pasajeros, el beneficio también es importante puesto que mejorará la puntualidad, se incrementará la satisfacción de los usuarios, se reducirán las conexiones perdidas y dispondrán de mejor información y servicio durante periodos de incidencias.
Con la recién estrenada incorporación del Aeropuerto de Barcelona son ya dieciocho los aeropuertos europeos en los que el programa A-CDM está totalmente implantado: Múnich, Bruselas, París-Charles de Gaulle, Fráncfort, Helsinki, Londres-Heathrow, Düsseldorf, Zúrich, Oslo, Roma- Fiumicino y Berlín-Schoenefeld, Adolfo Suárez Madrid-Barajas, Stuttgart- Echterdingen, Milán-Malpensa, Londres-Gatwick, Venecia-Marco Polo, Praga-Ruzine (por orden cronológico de implantación).
En España, además de en Barcelona-El Prat, Aena trabaja para implantar el A-CDM en el Aeropuerto de Palma de Mallorca.
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