La Comisión de Política Territorial y Urbanismo de Cataluña (CPTUC), presidida por el consejero de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull, ha dado hoy el visto bueno a la aprobación definitiva del Plano Director Urbanístico Aeroportuario (PDUA) del aeródromo del Bages, ubicado en Sant Fruitós de Bages (Barcelona). La CPTUC también ha contado con la asistencia del director general de Ordenación del Territorio y Urbanismo, Agustí Serra.
El PDUA es una figura de planeamiento de la cual tienen que disponer todas las instalaciones aeroportuarias. Su objetivo es delimitar la zona de servicio, incluir las servidumbres que afectan a los terrenos del entorno y ordenar en detalle toda la infraestructura.
El aeródromo del Bages data de los años 60, es de propiedad privada y tiene 117.752 m2 de superficie. Tal como ha explicado Sierra, «es un aeródromo que casi no tenía uso hasta que se instaló una empresa especializada en paracaidismo, Skydive BCN, que ha impulsado la reanudación de una cierta actividad económica».
Este hecho, «ha motivado la redacción de este PDUA» para actualizar las instalaciones existentes y también prever nuevos servicios, ha precisado. En concreto, el Plan, «más allá del reconocimiento de las instalaciones propias» de un equipamiento de este tipo, «hace las previsiones necesarias para poder ejercer actividades directamente e indirectamente vinculadas» con el paracaidismo y la aviación, ha detallado el director general.
Mantenimiento de la superficie
Así, el Plan Director califica el ámbito del aeródromo de sistema aeroportuario, manteniendo su superficie, y diferencia dos partes: la destinada al movimiento de las aeronaves (59.796 m2) y a las actividades aeroportuarias (57.956 m2). La primera incluye la pista de vuelo actualmente existente y una plataforma de estacionamiento y rodadura, con unidades específicas para desarrollar actividades paracaidistas, aviación deportiva y una zona para helicópteros.
El documento prevé también acortar la pista en 50 metros para hacer compatibles las operaciones aeronáuticas y la circulación de vehículos por la carretera C-25, situada cerca. Con esta medida, se incrementará la altura mínima a la cual se sobrevuela esta vía «para no acercar tanto las maniobras a la infraestructura viaria», ha comentado Sierra.
Mejora de la accesibilidad
La parte reservada a actividades aeroportuarias acogerá las instalaciones necesarias para el paracaidismo, una zona recreativa y de restauración, aparcamientos, hangares y talleres. El documento dibuja una serie de edificaciones existentes y potenciales a largo plazo, con un techo total de 9.595 m2. De este techo, «un total de 2.425 m2 se destinarán a la actividad de paracaidismo y el resto, a la construcción de hangares y a varias instalaciones», ha concretado el director general de Ordenación del Territorio y Urbanismo.
El PDUA prevé actuaciones de mejora de la accesibilidad y de conexión con el casco urbano de Sant Fruitós de Bages, como por ejemplo señalización o establecimiento de una sección mínima de carretera que permita el cruzamiento de dos vehículos con seguridad.
Durante el periodo de información pública del PDUA se han recibido 13 escritos de alegaciones, que han sido aceptadas e incluidas en el documento. Serra ha querido poner en valor «el acuerdo entre la empresa y los vecinos mediante la comisión de seguimiento» que se va a constituir.