Los controladores aéreos se sumaron ayer a las voces que alertan de la saturación del aeropuerto de El Prat. El récord de viajeros que año tras año vive la infraestructura —el pasado agosto se registró un día con 6.800 vuelos, una marca superior a la de 2007— hace cada vez más difícil el ya complejo trabajo de los encargados del tráfico del cielo. / Esta noticia se puede leer en www.elpais.com.