Día de máxima afluencia. Colas de hasta dos horas en los filtros de seguridad. Y sólo 6 de los 10 tornos de la instalación abiertos. Es sólo un ejemplo de la degradación del servicio aeroportuario en España, que no deja satisfechos ni a los viajeros, ni a los trabajadores ni tan siquiera a las aerolíneas. Ahora bien, los accionistas de Aena, el gestor de las instalaciones, andan encantados. Lluvia de dividendos y una revalorización del 186% del precio de la acción en apenas dos años. / Esta noticia se puede leer en www.cerodosbe.com