El secretario de Hábitat Urbano y Territorio, Agustín Sierra, se reunió ayer en Puigcerdà con los ayuntamientos de Das y Fontanals de Cerdanya, en los que se ubica el aeródromo de La Cerdanya, el Consejo Comarcal de la Cerdanya y el Síndic de Greuges para ultimar la propuesta del nuevo Plan director urbanístico aeroportuario (PDUA) del aeródromo.
Se prevé tener listo un documento preliminar a finales de julio, que se entregará a los entes municipales para su última revisión y luego se pondrá a disposición de la ciudadanía para su consulta.
Con las sugerencias y aportaciones que se reciban, se dará forma al documento que se aprobará inicialmente en otoño y que se someterá a la preceptiva información pública.
El PDUA es una figura de planeamiento que aborda tanto los aspectos urbanísticos como los aeroportuarios, de la que deben disponer todas las instalaciones aeronáuticas, según dispone la Ley de Aeropuertos, helipuertos y otras infraestructuras aeroportuarias, aprobada en 2009.
El objetivo de este tipo de plan es calificar la zona de servicio según su titularidad, detallar las servidumbres aeronáuticas que afectan a los terrenos del entorno, ordenar todo el ámbito y especificar las condiciones que deben respetarse para el funcionamiento de la infraestructura.
Actualmente, cuentan con un PDUA aprobado el aeropuerto de Andorra-Seu d’Urgell y el aeródromo del Bages, y se están tramitando los correspondientes a los aeródromos de Igualada-Òdena y Empuriabrava.
Proceso de concertación con el territorio
El PDUA del aeródromo de la Cerdanya fue aprobado inicialmente en abril de 2015 y sometido al preceptivo periodo de información pública, pero su aprobación definitiva se pospuso para dar respuesta a las inquietudes surgidas en el territorio. Desde entonces, el Departamento de Territorio y Sostenibilidad, los ayuntamientos afectados y el Consejo Comarcal han estado trabajando conjuntamente para acordar una nueva propuesta.
La voluntad es mantener la aviación lúdica y deportiva, ultraligeros, globos aerostáticos y vuelo a vela como actividad de referencia del aeródromo, que ha caracterizado la instalación desde los años 70. No se prevé un aumento de la capacidad operativa del aeródromo y en ningún caso se admitirá la aviación comercial.