En el aeropuerto de Castellón, que se inauguró hace nueve meses, no hay ni un avión pero sí miles de conejos. Los animales se han introducido en las instalaciones huyendo de la acción de los cazadores y aprovechando el perímetro vallado se están reproduciendo exponencialmente.
El director del aeropuerto, Juan Salas, espera acabar con el problema cuando en enero entren en vigor el contrato de control de fauna, que desplegará en la zona hurones y halcones. / Esta información se puede leer en www.cadenaser.com.