La Cámara de Comercio de Barcelona ha expresado su preocupación por la decisión del gobierno de suspender el concurso de licitación del aeropuerto de Barcelona-El Prat anunciada por el Ministerio de Fomento, ponga en peligro la gestión individualizada del aeropuerto.
Desde la Cámara de Comercio se ha mostrado comprensión con la voluntad del nuevo gobierno de introducir sus criterios, pero se considera que los vaivenes en la política aeroportuaria no son positivos. No se trata de una cuestión política, sino de competencia. El aeropuerto de Barcelona necesita instrumentos de gestión individualizada para poder competir con garantías de éxito en los mercados internacionales.
La Cámara de Comercio de Barcelona ha recordado que el CDRA (Comité de Desarrollo de Rutas Aéreas), del que ha sido uno de sus principales impulsoras, cuando promociona el aeropuerto lo hace con la marca “Barcelona” y ha señalado que es impensable continuar esta estrategia con una marca que englobe 47 aeropuertos gestionados de manera unificada.
Asímismo, la Cámara de Comercio asegura que la decisión del gobierno va en la línea contraria de las tendencias internacionales de gestión aeroportuaria, centradas al gestionar los aeropuertos como unidades económicas vinculadas a la economía territorial y sus redes de transporte.
Lo que hacen red son los servicios de transporte aéreo, no los aeropuertos. Para poder hacer frente a los cambios importantes que se están produciendo en el mercado internacional del transporte aéreo, el aeropuerto de Barcelona necesita disponer de todos los instrumentos de gestión para desarrollar una estrategia propia al servicio de las necesidades de la economía y la sociedad catalanas.
Si el aeropuerto de Barcelona no se pudiera gestionar de manera individualizada se resentiría su desarrollo y, en consecuencia, el sector turístico, el conjunto de la economía catalana y los grandes proyectos de ciudad y de instituciones como Feria de Barcelona.
