El Aeropuerto de Andorra – la Seu acoge desde mañana y hasta el jueves los vuelos de validación de la maniobra instrumental modificada, operación que permite a los aviones aterrizar en un aeropuerto aunque la visibilidad sea baja.
Después de unos meses en los que se han podido calibrar los Papi (la ayuda visual instalada en el lateral de la pista y que proporciona información sobre la pendiente de aproximación), a partir de mañana y durante tres días se realizarán los vuelos de validación. Esta es una de las últimas etapas por las que ha de pasar el aeropuerto antes de poder utilizar esta tecnología de navegación aérea, que ofrece una capacidad de precisión muy alta en los cálculos de posicionamiento de los aviones.
Una vez se den por válidos estos recorridos, se enviará la documentación a la Comisión Interministerial entre Defensa y Fomento (CIDEFO) y a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) para su aprobación.
Una vez aprobado, el aeropuerto estará preparado para recibir aviación comercial (aviones de hasta 50 pasajeros o mercancías) con baja visibilidad.
La maniobra que se ensayará esta semana está basada en el sistema de navegación por satélite Global Navigation Satellite System (GNSS). El GNSS es una constelación de satélites que transmite rangos de señales que se utilizan para el posicionamiento y localización en cualquier parte del globo terrestre, ya sea en tierra, mar o aire. Esto permite tener una aeronave controlada en todo momento y emitir señales aunque la visibilidad sea muy baja.
El director general de Transportes y Movilidad, Pere Padrosa, asistirá a la maniobra instrumental que se quiere implantar en el aeropuerto y atenderá a los medios mañana martes, a las 12 horas.
También estará el profesor titular del Departamento de Sistemas Aeroespaciales, Transporte Aéreo y Aeropuertos de La Universidad Politécnica de Madrid, Luis Pérez Sanz, que hará las explicaciones técnicas.