El Ayuntamiento de Barcelona, gobernado por Catalunya en Comú Podem y el Partido Socialista de Cataluña (PSC), decretará mañana la emergencia climática en la ciudad, pero hoy, a modo de aperitivo, ha lanzado una serie de propuestas para que tanto el Aeropuerto y como el Puerto de la capital catalana se impliquen en reducir el alto nivel de contaminación que afecta a la Barcelona.
La emergencia climática que mañana se decreta no es un brindis al sol. El gobierno de Barcelona se ha tomado muy en serio reducir las emisiones contaminantes y de paso mejorar la salud de los barceloneses. Prueba de ello es que desde el 1 de enero tienen prohibido circular por el casco urbano de la ciudad los días laborables de 7 a 20 horas los vehículos matriculados antes de 2003.
Son decenas de miles -se ha llegado a hablar de entre 50 y 100 mil-, tanto los que son propiedad de barceloneses como de residentes en poblaciones vecinas que entran con sus viejos coches y motos en la ciudad. A partir del 1 de abril serán multados y ya se han instalado cámaras para leer las matrículas y detectar a los infractores.
Por tanto, la alcaldesa Ada Colau hará todo lo que esté a su alcance para presionar a Aena y el Gobierno de Madrid para que den pasos efectivos en la reducción de la contaminación y paliar en la medida de los posible el cambio climático.
Estas son las medidas que propone el Ayuntamiento de Barcelona en relación con el Aeropuerto de Barcelona – El Prat:
Estudiar la eliminación de los vuelos de menos de 1.000 kilómetros que dispongan de alternativas ferroviarias inferiores a 7 horas
Se propone estudiar la eliminación de los vuelos de corta distancia que tengan alternativa en tren y que tengan destinos a menos de 1.000 kilómetros, siempre que la opción ferroviaria de desplazamiento no supere las 7 horas. La medida se espera que reduzca las emisiones de CO2.
os destinos peninsulares con una alternativa ferroviaria de menos de 7 horas suponen cerca de 6,5 millones de pasajeros al año (un 12,8% del total del aeropuerto) y en caso de eliminarse los vuelos supondría una reducción de las emisiones de CO2 de 523.394 toneladas anuales.
En este sentido, el Ayuntamiento de Barcelona quiere dar ejemplo y se compromete a garantizar que los concejales del Gobierno y el personal municipal no utilice el avión por motivos de trabajo para desplazarse a distancias inferiores a 1.000 kilómetros que tengan alternativas ferroviarias inferiores a 7 horas ( salvo casos excepcionales de urgencia). La medida entrará en vigor a partir de la declaración de emergencia climática y se aplicará a todo el personal municipal, incluyendo las empresas públicas y los organismos autónomos.
Fiscalidad ambiental
Se propone trabajar con el Estado para eliminar las exenciones sobre el queroseno en la Unión Europea, tanto en los vuelos internos como en el espacio aéreo común. El Gobierno municipal considera que el precio del transporte debería reflejar el impacto que tiene sobre el medio ambiente y la salud y por ello se propone eliminar estas exenciones. Esta práctica ya está extendida en países como Japón o Estados Unidos que cuentan con impuesto sobre el queroseno en vuelos internos.
Electrificación
Trabajar con el Aeropuerto de Barcelona para que continúe con la progresiva electrificación de flotas de vehículos o unidades auxiliares para minimizar el consumo de combustibles fósiles y reducir el impacto de la contaminación local.
Impulsar energías renovables
Alcanzar los 40MWp de energía procedente de fuentes renovables en el 2030. En el caso del aeropuerto se propone el aprovechamiento de las cubiertas de la edificación dentro del ámbito aeroportuario y también la implantación de pérgolas, especialmente en las zonas de aparcamiento. En estos ámbitos se estima que se podrían instalar unos 439.500 m2 de paneles solares.
Potenciar los desplazamientos sostenibles
Potenciar la utilización de modos ferroviarios para llegar hasta el aeropuerto. Se propone promover el uso del transporte público y aprovechar al máximo la amplia capacidad de los modos ferroviarios actuales y futuros (L9 y Cercanías). También hay un amplio campo a recorrer en la electrificación de la flota de taxis y de autobuses, en especial el Aerobús (línea de autobús que conecta el centro de Barcelona con el Aeropuerto, y se reclama una gestión de los aparcamientos con criterios ambientales.
Actualización del estudio de impacto ambiental del Plan Director incorporando las limitaciones que impone la emergencia climática
Se propone actualizar el estudio de impacto ambiental dando cumplimiento a los acuerdos de París e incorporando la reducción de emisiones del sector aeronáutico, dando lugar a una revisión del Plan Director.
🛫Aeroport:
❌Eliminar els vols peninsulars de menys de 1.000 km amb tren alternatiu
🛢️Eliminar exempcions fiscals de querosè a la UE
🔌Utilitzar vehicles elèctrics a les terminals
☀️Instal·lar panells solars en edificis i aparcaments
🚇Potenciar que s’hi arribi en metro i tren pic.twitter.com/KSEKHuGYJj— Ajuntament de BCN (@bcn_ajuntament) January 14, 2020