ENAIRE, gestor nacional de navegación aérea, ha completado sus actuaciones para certificar la puesta en servicio de nuevos criterios de separación entre arribadas consecutivas en el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat.
Ello supone un aumento de la eficiencia en la gestión del tráfico aéreo, al optimizar la separación entre aeronaves que están en Fase de Aproximación.
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Esta mejora ha supuesto una serie de modificaciones en la operación que afecta no sólo al Aeropuerto, sino a buena parte del espacio aéreo gestionado por el Centro de Control de ENAIRE en Barcelona.
Esta nueva separación reducida entre aeronaves sólo se aplicará cuando se cumplan una serie de condiciones, como visibilidad mayor de diez kilómetros, que la pista de aterrizaje se encuentre seca y con una acción de frenada buena, así como ausencia de notificaciones de tormenta, de vientos fuertes o de circunstancias que aumenten el tiempo medio de ocupación de pista.
Además, será obligatoria la disponibilidad de al menos uno de los tres siguientes sistemas: radar de superficie (SMR), sistema de multilateración (MLAT), o un sistema de guía y control de los movimientos en la superficie (SMGCS).
Para aumentar la seguridad se introduce una doble comunicación entre todos los controladores que intervienen en la operación de activación y desactivación del nuevo procedimiento, tanto de la torre como del Centro de Control de Barcelona.
Esta optimización de la distancia entre aeronaves en el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat es una de las mejoras del tráfico aéreo que ENAIRE está implantando como parte de sus compromisos con la iniciativa BCN a PUNT en donde se integran diversas actuaciones de ENAIRE bajo el nombre Plan ATENEA, para la mejora futura de las operaciones en el aeropuerto barcelonés.